Pedro Suárez Vértiz en 2014, durante una sesión de fotos.
Pedro Suárez Vértiz en 2014, durante una sesión de fotos.

Este Búho atiende a sus lectores que me reclamaban que escribiera sobre , a sabiendas de que era uno de mis rockeros nacionales favoritos. Es imposible hablar de él sin mencionar a su banda de la que fue líder, Arena Hash (junto a su hermano Patricio, Christian Meier y Arturo Pomar). Muchos pensaban equivocadamente que el grupo de chiquillos que en 1988 se catapultó por todo lo alto con su primer disco de nombre homónimo, con ‘hits’ radiales como ‘Kangrejo (Sacudía)’ con Pedro rapeando como el protagonista del tema, un ‘Pedro Navaja’ limeño (‘Yo soy de Malambito...’), era un producto prefabricado por algún mánager o una poderosa disquera. Falso.

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Pedro y sus amigos del colegio María Reina, en 1983, habían formado una banda igual que la formaban los chicos punk subterráneos como Leuzemia, en barrios como la Unidad Vecinal # 3 escuchando a Ramones, solo que Pedrito y sus amigos escuchaban a los Beatles y los Rolling Stones y ensayaban en un garaje de San Isidro. Del 83 al 85 ellos conformaron la banda ácida Paranoia. Luego nació Arena Hash, siendo todavía escolares.

Sacaron un demo casero con un tema, ‘Difamación’, que fue difundido solo por la vanguardista e histórica radio Doble Nueve, canción que pega e ingresa al ranking semanal. El dueño de la emisora les hace el contacto con una disquera sin tener mánager.

La tarea recayó luego en un gran amigo del padre artista de los Suárez Vértiz (Hernando), el talentoso músico y actor Germán ‘Alias la Gringa’ Gonzales. La poderosa disquera CBS los pone bajo la tutela del mejor productor musical del medio: Manuel Garrido Lecca. El rock, ska, funky, hip hop está en las entrañas de este sorprendente disco: ‘Arena Hash’ (1988).

Asombró que estos chiquillos que parecían sacados de catálogo de moda tocaran y abordaran temas de la urbe malandra (‘Kangrejo’), los problemas existenciales ‘No cambiaré’, escapistas historias en tierras cariocas (‘Me resfrié en Brasil’) y la cereza de la torta: ‘Cuando la cama me da vueltas’, el himno de todos los borrachosos y resaqueados como mi mancha de lagartazos sanmarquinos. Todo gracias a las letras de Pedro. El disco fue un ‘boom’ en ventas, ganaron ‘La más más de Panamericana’ y tocaron en un ‘Amauta’ lleno.

‘Y es que sucede así’

Se pasaron dos años recorriendo el Perú llenando conciertos. El segundo disco ‘Ah, ah, ah’ (1990) traería los singles ‘El rey del ah, ah, ah’, ‘A ese infierno no voy a volver’, pero sería el entrañable y angelical tema ‘Y es que sucede así’ (‘...después de un tiempo, me la encontré otra vez, estaba bella como las estrellas...’) el que se convertiría en un himno de quinceañeros, veinteañeros y hasta treintañeros en ese año diabólico de hiperinflación de Alan, shock económico de Fujimori y la insania terrorista de Sendero Luminoso.

Con ese tremendo disco pudieron ‘cafichear’ tres años más forrándose de plata con presentaciones en Lima y provincias. Pero los chicos buscaban internacionalizarse como Los Prisioneros o Los Enanitos Verdes y agarraron sus chivas y se fueron los cuatro a la aventura a Miami, donde vivieron las de Caín y regresan a Lima con sentimientos encontrados que hacen naufragar la agrupación.

A inicios de 1993 telonean a la banda Foreigner. Esa sería la última presentación del grupo. Pedro tenía veinte canciones para el tercer disco de la banda, pero al final se convirtieron en su exitoso primer disco como solista: ‘(No existen) Técnicas para olvidar’ (1993) con cinco ‘hits’: ‘Me elevé’, ‘Cuéntame’, ‘Globo de gas’, ‘No pensé que era amor’ y ‘Si escuchas un ángel’.

Tal fue el impacto que la poderosa Sony Music lo ficha y lanza su segundo disco, para este Búho el mejor de su discografía: ‘Póntelo en la lengua’ (1996) con seis tremendos éxitos que la rompían en las discotecas: ‘Mi auto era una rana’ (de la película ‘No se lo digas a nadie’), ‘Los globos del cielo’ (se bailaba como ‘Kazachok’ ruso), ‘Me estoy enamorando’, la tierna ‘Pasear en bicicleta’ (recrea el inocente romance alejado de lo carnal), la tremenda balada ‘Sé que todo ha acabado ya’ y ‘Mi niña bella’.

Para el tercer disco ‘Degeneración actual’ (1999) contrata al productor de Shakira, Lester Méndez, y se graba en Miami. Otra vez es número uno con ‘Degeneración actual’, ‘Un vino, una cerveza’, ‘Tren sexual’ y la hermosa balada ‘Alguien que bese como tú’. Demoró cinco años para editar su cuarto trabajo ‘Play’ (2004), donde incluirá el legendario himno ‘Cuando pienses en volver’. Le seguirían ‘Talk show’ (2006) y el ecologista ‘Amazonas’ (2009), su último disco. Cada uno de nosotros tiene en un pedazo de su historia personal una o varias canciones suyas. Gracias por eso, Pedrito. Apago el televisor.

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