Este Búho ve la coyuntura política como un inmenso bufé andino, con platos para todos los gustos. Desde los chicharronazos con salsa agria y la receta chotana de Pedrito, hasta la sopa de cabeza al estilo Aníbal, o una puca picante bien colorada a lo Bellido. Sé que con estos ‘piqueítos’ se les hace agua la boca y, como diría el sibarita doctor Hannibal Lecter, ¡Bon appétit!
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EL SUICIDIO DE CASTILLO: No cabe duda de que ante las gravísimas denuncias de Salatiel Marrufo, quien reveló ante la Fiscalía que le entregó dinero, Pedro Castillo entró en trompo y dio su fallido golpe de Estado convencido de que sería vacado.
Se sintió abrumado, se asustó y su reacción fue hacer lo que siempre había querido, que es cerrar el Congreso para gobernar por decreto mientras instalaba una Asamblea Constituyente a su medida que instaure un régimen dictatorial.
En su mensaje también anunció que declaraba en reorganización a la Fiscalía, el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Su objetivo era nombrar otros fiscales que archiven todas las investigaciones que se le habían hecho para quedar limpio de polvo y paja. ¡Al más puro estilo chavista! Y todavía hay gente lo que defiende.
NO ESTABA DROGADO: Lo declarado por el jefe de la Policía, general Raúl Alfaro, es revelador, pues da detalles de los minutos posteriores al golpe de Estado que dio Castillo en su mensaje a la nación.
El oficial señala que el chotano lo llamó para ordenarle que cierre el Congreso, que saque a todos los que estaban en el interior del edificio y detenga a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, a quien se la tenía jurada porque lo investigó valientemente y no se puso de rodillas como otros.
Además, le dijo que ponga vigilancia a la casa de sus padres, de Betssy Chávez y de Aníbal Torres. Todo esto deja en mayor evidencia el delirante y tonto argumento lanzado por Guido Bellido, de que Castillo estaba drogado, con la intención de quitarle responsabilidad. Demasiado cinismo.
LAS PROTESTAS: Son entendibles los reclamos de la población en las regiones que durante tanto tiempo ha permanecido olvidadas. Sin agua y sin otros servicios básicos tienen el derecho de manifestarse en las calles. Pero esos encapuchados que secuestran policías a los que golpean de forma cobarde, que queman aeropuertos, destrozan bienes públicos y privados, y buscan de manera desesperada enfrentarse con la Policía para que haya heridos y muertos, no son del pueblo, sino delincuentes violentos.
Estos se están aprovechando de los reclamos justos de las poblaciones postergadas para lograr sus oscuros objetivos. Muchos de estos peligrosos delincuentes provienen de la minería ilegal, del narcotráfico que lucra de la siembra ilegal de la hoja de coca. Hay millones de soles en juego. Durante el gobierno del golpista Castillo muchos de ellos hasta pisaron Palacio de Gobierno y ahora no se resignan a perder el poder. Sus actos delictivos no pueden quedar impunes.
LA TAREA DE ANTAURO: Pedro Castillo liberó a Antauro Humala para que mueva a las masas, pues buscan asustar a la población y ponerla contra la pared. Aunque su discurso radical parezca el de un loco, pues habla hasta de fusilar a su propio hermano, tiene arrastre entre ciertos sectores, sobre todo en el sur del país.
Aunque la noche del último sábado en la plaza San Martín le lanzaron botellas cuando daba un balconazo y llamó presidenta a Dina Boluarte. Lo de Antauro es agitar a la gente, llamar al enfrentamiento entre peruanos, pero la violencia, el derramamiento de sangre, no pueden ser permitidos.
DINA DEBE BUSCAR CONSENSOS: La presidenta Dina Boluarte tiene una ‘papa caliente’ entre las manos, debido a las protestas que amenazan aumentar. Solo le queda consensuar y trabajar duro rodeándose de gente capaz. Y, por supuesto, no descartar el adelanto de elecciones.
El país se ha polarizado tanto, en parte por los radicales que dejó como herencia este gobierno, y que están con la sangre en el ojo porque el tipo que los llevó al poder está encerrado. Esos no van a parar hasta provocar una desgracia.
Ayer ya murieron dos personas y, si no se actúa con firmeza, inteligencia y respetando los derechos humanos, la situación puede ser peor. Es con lo que sueñan los violentistas. Apago el televisor.
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