Capturan a Job Luque Ayala, el promotor de eventos que organizó la fiesta en la discoteca Thomas Restobar en Los Olivos. (Foto: GEC/ César Bueno)
Capturan a Job Luque Ayala, el promotor de eventos que organizó la fiesta en la discoteca Thomas Restobar en Los Olivos. (Foto: GEC/ César Bueno)

Este Búho siempre reitera que el periodismo se hace pisando la calle. Por eso,acorazado con mis implementos de protección personal y tratando al máximo de mantener el distanciamiento social, viajo hacia el corazón de la ciudad para conocer de primera mano cómo se mueve nuestra sociedad en tiempos de pandemia. Lo que veo con mis ojazos en Mesa Redonda es alarmante. La marea humana que transita por los jirones del Cercado de Lima no respeta ningún tipo de recomendación del Ministerio de Salud. La mascarilla es un accesorio decorativo, muchos transeúntes, ambulantes y jaladores ni siquiera la usan. El dinero se mueve de mano en mano sin ningún tipo de desinfección. Los vendedores informales se apiñan tratando de ganar un pequeño espacio para ofrecer sus productos. Los fiscalizadores, en grupos, generan más caos y desorden. Muchos padres y madres de familia se arriesgan a un contagio seguro con tal de llevar un pan a sus mesas. No hay más alternativa para ellos que salir a las calles e ingeniárselas, pero que esto no sea excusa para incumplir con los protocolos de salubridad que evitarán más contagios y muertes. Esta situación ha desbordado las capacidades del gobierno y de la municipalidad. No existe ningún plan. Y si existe, solo queda escrito en un papel membretado. En medio de esta preocupante situación, me detengo para brindarles un par de ‘Pastillazos’ de algunos sucesos que marcan la agenda nacional.

TRAGEDIA EN LOS OLIVOS: El alcalde de Los Olivos, Felipe Castillo, pretende lavarse las manos como Pilatos y sacudirse de cualquier tipo de responsabilidad sobre la tragedia en la discoteca ‘Thomas Restobar’, en donde murieron 13 personas durante un operativo policial. Sus declaraciones públicas son burlas hacia los familiares de los muertitos y hacia los mismos policías, pues afirmó que su ‘responsabilidad es solo emocional’ y reiteró que no realizan operativos de fiscalización porque se encuentran ‘diezmados’ y no cuentan con personal para dicha función. Felipe Castillo no entiende que aquel antro, en donde se ejercía la prostitución y servía como guarida de avezados delincuentes en donde celebraban cada vez que ‘coronaban’ un atraco, funcionaba desde hace varios años. El mismo Daniel Urresti, que alguna vez ejerció como jefe de Fiscalización en dicho distrito, contó: ‘Funcionaba como un burdel clandestino. Lo intervinimos con la Policía y la subgerencia de Fiscalización y Serenazgo. Me consta que no era una discoteca. La gente que asiste normalmente es gente que está al margen de la ley. No creo que la pandemia le haya cambiado eso’. ¿Y por qué seguía funcionando?Es descabellado querer culpar a los policías por la irresponsabilidad de, primero, la autoridad edil, los organizadores de la fiesta, los dueños del local y, finalmente, los mismos asistentes, quienes jugaron a la ruleta rusa y, lamentablemente, perdieron.

DESEMBOLSO DE LA ONP: Entre gallos y medianoche del último martes, el Congreso aprobó el proyecto de ley para el retiro de fondos de la ONP. Una medida que ha polarizado al país. Por un lado, los especialistas señalan que esta decisión ‘populista’ e ‘inconstitucional’ pondrá en riesgo la estabilidad fiscal del Perú, pues generará un forado económico al Estado, que deberá cubrir los casi 14 mil millones de soles en devolución. Dinero, en tiempos de pandemia, que podría ser destinado a la salud y el empleo. Por otro lado, están los millones de jubilados que durante 20 años han aportado puntualmente y hoy se enfrentan a una crisis con pensiones miserables, que no sirven para sobrevivir ni un mes. Deben esperar hasta los 65 años para poder cobrar, algunos apenas lo hacen un par de años antes de fallecer, ¿a dónde va todo ese dinero? Esta devolución, que sería hasta de 4 mil 300 soles, para ellos es un salvavidas. Nadie les está regalando nada, es el dinero de su esfuerzo, de su sacrificio, de años de trabajo. El debate está abierto y el único interés que debe primar sobre todo esto es el bienestar de nuestros compatriotas, quienes no reciben bonos, préstamos, ni ningún tipo de apoyo por parte del Estado.

Apago el televisor.

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