Este Búho lo dijo en mil idiomas, que el premio Oscar 2019 al mejor actor, estaba cantado para Joaquin Phoenix por su brillante interpretación del ‘Guasón’ en ‘Joker’. Después de ver que un militar asesina a 25 personas en Tailandia y sube las imágenes a su Facebook, nos damos cuenta de que vivimos en ciudades con mentes desquiciadas. Ese, al final, es el derrotero del protagonista de la película del director Todd Phillips.
El vivir en una ciudad de mentes alucinadas por la crisis, y allí se alzó ese antihéroe encarnado por un artista que mereció, con todos los honores, su estatuilla dorada como el mejor actor: Joaquin Phoenix.
En su sereno pero inolvidable discurso nos dijo cosas poco usuales ante millones de telespectadores en todo el mundo. No lloró ni agradeció a su madre, abuelitos o al perrito, como generalmente se estila entre los ganadores del codiciado galardón.
Empezó su discurso señalando: ‘Considero que el mejor regalo que me han dado muchas personas (de la industria) es la oportunidad de usar nuestra voz para dársela a aquellos que no la tienen’. (...) ‘He pensado mucho las condiciones que nos enfrentamos, hablemos de desigualdad de género, de racismo, de LGTB, de los animales… la lucha contra las injusticias. Un pueblo, una raza no tiene derecho a explotar a los otros con impunidad. Nos hemos desconectado mucho del mundo natural y estamos en un mundo egocéntrico y explotamos nuestro entorno’.
No me sorprendió su discurso contra el establishment contra el que muchos nos rebelamos. Habría que revisar la biografía del extraordinario actor. Desde niño tuvo una infancia complicada. Sus padres pertenecían a la secta ‘Los Hijos de Dios’, nació en Puerto Rico y por el culto viajaban por todo el mundo predicando la palabra de Dios. Sin embargo, las controvertidas prácticas de ese grupo escandalizaron a la opinión pública, pues obligaban a los niños a tener relaciones sexuales y hasta promovían el incesto. Si bien el actor nunca denunció este tipo de aberraciones, su hermano River Phoenix, malograda estrella juvenil de Hollywood, sí reconoció que lo hicieron iniciarse sexualmente a los cuatro años.
Desilusionados, los papás abandonaron su religión. Su madre, quien trabajaba como secretaria de un agente de la NBC, llevó a sus hijos a castings infantiles. El mayor, River, lograría consolidarse como una estrella al trabajar en ‘Indiana Jones y la última cruzada’, ‘Cuenta conmigo’ de Rob Reiner y sobre todo, ‘Mi Idaho privado’ de Gus Van Sant. Pero aquí Joaquin Phoenix vivió otra tragedia familiar. A los 19 años, en Los Ángeles, River (23) y su novia, la actriz Samantha Mathis, lo invitan a la discoteca ‘The Viper Room’, de propiedad del actor Johnny Depp. Su hermano iba a tocar con su amigo Flea, bajista de los ‘Red Hot Chili Peppers’. Pero antes se fue al baño, donde inhaló cocaína y una nueva y mortífera heroína. Ese polvo mortal le explotó el cerebro. Fue Joaquin quien sacó a su hermano e ídolo afuera del local, llamó al 911 y vio cómo convulsionaba hasta morir en sus brazos. Por eso, quienes conocemos su historia, comprendimos por qué mencionó a su hermano River en su momento de gloria. Ese trauma y el posterior circo que se armó en torno a la trágica muerte, lo hizo abrigar resentimientos hacia la prensa de Hollywood, por lo que se alejó de la actuación por dos años, hasta que en 1995, Gus Van Sant lo convocó para hacer de un estudiante secundario especial que es seducido por una irresistible profesora (Nicole Kidman) en la película de culto ‘Todo por un sueño’ (1995).
Pero el papel que lo lanzó a la fama fue el del villano emperador ‘Cómodo’, en la galardonada ‘Gladiador’, que le valió ser nominado al Oscar como mejor actor secundario, y posteriormente, ‘Walk the line’ (en español ‘Johnny y June: Pasión y locura’, 2005), donde su brillante interpretación del músico Johnny Cash se tradujo en su nueva nominación al Oscar a mejor actor y ganar el Globo de Oro en la misma categoría.
En el plano personal, vive con la actriz neoyorquina Rooney Mara (‘La chica del dragón tatuado’, ‘Red social’) y ambos son activistas ‘veganos’, pues no usan ni consumen nada que provenga del mundo animal. Un actor totalmente atípico como lo son algunas estrellas.
Apago el televisor.