Este Búho, ya con más calma, le da una repasada a la jornada del lunes, donde el presidente Martín Vizcarra juramentó al flamante gabinete que preside César Villanueva. Otra vez agarro mi ‘espada del augurio’ de Los Thundercats para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y así presentarles estos ‘Picotitos’ que tanto reclaman mis lectores.
EL PALACIO DEL SANCOCHADO: Veo con cierta preocupación que el presidente Martín Vizcarra, en un ánimo de querer zafar cuerpo del gobierno de PPK, del que hasta hace poco era el segundo en el rango, ha querido hacer de este nuevo gabinete un verdadero ‘sancochado’, donde, al parecer, trató de contentar a fujimoristas, apristas e izquierdistas recalcitrantes. En otras palabras, los políticos que desde el Congreso hicieron posible que hoy ostente la Presidencia de la República. Y ese afán de desmarcarse del régimen anterior lo llevó a decir, en clara alusión a Mercedes Aráoz: ‘Mi gobierno no se va a caracterizar por clichés, nombrecitos de ‘gabinete de lujo’. Frases que hicieron que Mechita le diera una mirada fulminante. Está bien no ser ostentoso, pero tampoco era necesario amontonar en el gabinete a profesionales conocedores de la función pública, pero con nula experiencia política, a las sombras de un ministro. Como bien dijo un analista palaciego: ‘Estaban perfectos para hacer una buena labor como viceministros, no los veo asumiendo la defensa de su ministerio y del gobierno ante, por ejemplo, una huelga politizada de la facción radical de los maestros’.
EL MILAGRO DE VILLANUEVA: No, no fue un milagro de Semana Santa. Ni bien juramentó el flamante gabinete, sin que les pregunten, los voceros del fujimorismo como Luz Salgado y del aprismo, Javier ‘Sipán’ Velásquez Quesquén, se apresuraron a decir que ‘a este gabinete no se le iban a poner trabas en el Congreso para darle el voto de confianza’. Como diría Nicomedes Santa Cruz: ¡Cómo han cambiado, pelona! Estas mismas bancadas, fujimorista y aprista, hicieron la vida imposible al gabinete Zavala e inclusive obligaron a renunciar a Vizcarra al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Que ni Vizcarra y, sobre todo, Villanueva, se confíen de la bancada mayoritaria.
LA ROSA CON ESPINAS: Otro de los puntos flacos de este gabinete se refiere a la titular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, la enfermera Liliana La Rosa, que milita en el izquierdista Frente Amplio, el mismo grupo al que pertenece el congresista Rogelio Tucto, quien tuvo el desparpajo de pedir ¡¡un indulto para el asesino Abimael Guzmán!! Aunque lo niegue Villanueva, este ministerio se lo han entregado en ‘agradecimiento’ al Frente Amplio, por el apoyo a la vacancia de PPK. Pero es inevitable asociarlo a Tucto, a quien ningún miembro de su frente, ni el ‘Cura’ Arana, le enmienda la plana. Preocupante que una ministra tenga ese tipo de compañeros de militancia que piden la libertad de un genocida terrorista.
CONGRESO SIN ÉTICA: Por algo las encuestas colocan al Congreso de la República como la institución más desprestigiada. La Comisión de Ética archivó la denuncia a la congresista Yesenia Ponce, de Fuerza Popular. Sí, la que mintió en su hoja de vida asegurando que había acabado el colegio ¡¡y todavía inventó los nombres de sus ‘fantasmales’ compañeros de aula!! Pese a las investigaciones y evidencia, se produjo un ‘blindaje’ del fujimorismo, porque hasta su aliado, el aprista Mulder, votó en contra, tanto así que el presidente de la comisión, Juan Carlos Gonzales, del ‘partido naranja’, utilizó su ‘voto dirimente’ para salvar a la congresista.
DESAYUNARON SUS ‘CHICHARRONES’: Los habitúes a la miraflorina ‘La tiendecita blanca’ no lo podían creer. En una mesa, juntitos, hablando en voz baja, se encontraban disfrutando un frugal ‘desayuno americano’ el defenestrado candidato presidencial César ‘Plata como cancha’ Acuña y el investigado por lavado de activos y mecenas de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez. ¿De qué hablaron? “Nada de política, somos amigos”, dijo el ex brazo derecho de Keiko. Acuña, más ‘canchero’, afirmó que ‘son amigos porque Ramírez viaja mucho a Trujillo y Cajamarca’. La amena reunión de dos personajes comprometidos en vastas y peliagudas investigaciones judiciales se agrió cuando un inocente mozo les preguntó: ¿Quieren chicharrones? Esto causó la molestia de ambos controvertidos personajes. Apago el televisor.