Este Búho ya no se sorprende con los escándalos de connotación sexual en el mundo del cine, a propósito de las denuncias sobre presuntos acosos sexuales a sus alumnas por parte el director Frank Pérez Garland (‘La cara el diablo’,‘Locos de amor 1 y 2′, ‘Margarita’), quien reconoció públicamente su falta, ‘desde hace años’. Pero desde que existe el cine se han dado este tipo de casos y escándalos.
Hay un libro imprescindible y lo recomiendo: ‘Hollywood Babilonia’, del director Kenneth Anger. Una historia repleta de depravaciones, excesos increíbles y sórdidos de actores, directores, productores y dueños de estudios. Eran tiempos en que no había redes sociales y los abusadores(as), porque hubo de todo, se mantuvieron impunes porque corrió mucho dinero para pagar a cierta prensa. Sin embargo, los chismes sobre personajes ‘progresistas’ como Charles Chaplin, a quien le gustaba alternar con chicas menores de edad, eran hasta perifoneados por la prensa amarilla del conservador millonario William Randolph Hearst y su plumífera Louella Parsons.
Hoy que vivimos en un mundo globalizado, donde las redes sociales le dan voz a los ‘sin voz’, bastaron un par de tuits de actores abusados para que al galardonado y admirado actor Kevin Spacey se le caiga la careta que desnudó a un antiguo depredador y acosador de jovencitos. A Netflix no le importó perder 36 millones de dólares por culpa del protagonista de la notable serie ‘House of cards’ y le dio una patada en el trasero.
Hasta carismáticos actores que la pegaban de ‘luchadores contra el acoso’ han sido desenmascarados. James Franco, en la ceremonia de entrega de los Globos de Oro, lucía muy orgulloso en la solapa su pin ‘No al abuso’. En el preciso momento en que la cámara lo enfocaba, la actriz Violet Paley tuiteó: ‘Qué bonito James Franco. ¿Ya no te acuerdas cuando pusiste en mi cabeza tu miembro en el capó del carro? ¿O cuando le propusiste a mi amiga de 17 años que suba a tu habitación de hotel?’. Pese a que ganó el Globo de Oro, seguramente fue la peor noche en la vida de Franco.
Pero el caso más tenebroso y repugnante es el del famoso productor Harvey Weinstein, de las empresas The Weinstein Company, Miramax y Dimension Films, responsable de las películas más memorables de Quentin Tarantino y algunas producciones de Martin Scorsese, y distribuidor del español Pedro Almodóvar. Weinstein fue acusado y condenado a 23 años de cárcel por acoso sexual, agresión sexual y/o violación de más de 80 mujeres. Las siniestras prácticas del mandamás eran conocidas como el ‘Casting del sofá’. Según la actriz ’Gwyneth Paltrow, denunció en 1998 ‘que el productor te obligaba a hacer una cosa o dos’. Después de las denuncias, Tarantino reconoció que durante décadas sabía que Harvey tenía ese comportamiento y él lo confrontó. El poderoso empresario se vio en apuros cuando en 2017 el influyente diario ‘The New York Times’ publicó por primera vez sus andanzas y que había arreglado por varios millones con diferentes actrices y personal de sus compañías. Pero fue ‘The New Yorker’ el que detalló que había violado o abusado a trece mujeres. Era no solo acosador, sino vengativo. Cuando le hizo propuestas indecentes a Mira Sorvino y Ashley Judd, este le ordenó al director Peter Jackson, de ‘El señor de los anillos’, que no las contrate ‘por ser conflictivas’. Harvey se aprovechaba de las jóvenes aspirantes a actrices ‘prometiéndoles el estrellato’ a cambio de que le proporcionaran sexo en hoteles o en su propia oficina. En una entrevista, Courtney Love aconsejó a las principantes: ’Si Weinstein las invita a pasar con él una noche en ‘Four Seasons’, ¡¡no vayan!!’. A medida que se publicaban las investigaciones, decenas de actrices y empleadas salieron a denunciarlo.
El mundo se sorprendió de que bellas y famosas artistas cayeran en sus garras o fueran marginadas por no complacer al ‘monstruo’. Aquí algunas de ellas: Angelina Jolie, Rosanna Arquette, Cate Blanchett, Rose McGowan, Lupita Nyong’o, Daryl Hannah, entre otras. Salma Hayek declaró: ‘Durante años tuve que enfrentar a mi monstruo: Harvey. A decir ‘no’ a bañarme con él, ‘no’ a que me dé masajes, ‘no’ a acostarme con él, ‘no’ a que me hiciera sexo oral. Y después soportar su ira maquiavélica y vengativa’.
Harvey Weinstein está enjaulado como el animal que es y seguramente morirá en prisión. Su esposa Georgina Chapman le pidió el divorcio, aterrada, al comprobar que había dormido diez años junto a una bestia.
Apago el televisor.