Este Búho no puede permanecer indiferente ante los desesperados intentos del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, por descabezar a los valientes fiscales que tienen a su cargo las investigaciones sobre las vinculaciones de políticos de peso, como Keiko y Alan García, con la corrupción de Odebrecht. Incluso hostiliza a las fiscales del Callao, que enjaularon a la organización criminal ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’.
Este columnista no comprende cómo le quieren dar ese ‘regalo de Navidad’ a los luchadores anticorrupción de la Fiscalía ¡¡acosados por su propio jefe!! Por eso, apoyo las palabras del fiscal Rafael Vela, coordinador del equipo para el caso Lava Jato, quien denunció ‘presiones y acosos’ a su trabajo por parte de organismos internos de la propia Fiscalía de la Nación. Y en el extremo de minar la gran labor de sus subordinados, Chávarry le pidió a la nueva fiscal brasileña, que ve el caso Lava Jato, que haga un comunicado donde aclare que oficialmente no apoyan el trabajo del equipo peruano Lava Jato. ¡Increíble! Todo porque el anterior fiscal, el que dirigió las investigaciones desde el principio y trabajó coordinadamente con sus pares peruanos, resaltó el profesionalismo de Vela, Domingo Pérez y compañía. ¿A qué está jugando Chávarry?
Cuando Vela sustentaba que Keiko debía seguir con prisión preventiva, lanzó frases que sorprendieron a muchos sobre el título de una serie de televisión en sistema ‘streaming’, Vela comparó el caso Keiko al decir: El título de esa película para el Ministerio Público es ‘El Mecanismo 2’, conocida serie de Netflix, en donde se discute una serie de episodios históricos que sucedieron en Brasil.
La gran corrupción transnacional de Odebrecht y que también, a partir de prácticas totalmente ilegales, se vincularon a organizaciones políticas que finalmente determinaron un financiamiento ilegal, todo ello vinculado a la caja 2, ‘departamento de operaciones estructuradas’.
De la serie de Netflix, dirigida por el notable director brasileño Jose Padilha (‘Tropa de élite’), voy a hablar en una próxima columna, pero efectivamente la serie trata de cómo se inicia la extraordinaria e increíble investigación que destapó el caso de corrupción empresarial y política más grande en la historia.
Todo empezó en julio del 2013, cuando la Policía Federal Brasileña, con dos agentes especiales en Curitiba, realizó una operación contra el lavado de activos capturó a un conocido lavador de dinero de narcos, Roberto Youseff. Los agentes se sorprendieron cuando el sujeto, para defenderse de la vinculación con dinero del narcotráfico, reveló que en sus negocios de car wash (Lava Jato) lavaba ‘dinero de la empresa petrolera brasileña Petrobras’.
Cuando detuvieron al director de Petrobras, Paulo Roberto Costa, este confesó que, efectivamente, el dinero lavado era proveniente de las coimas y sobornos de la empresa estatal con las grandes empresas brasileñas del rubro de la construcción que pagaban el 3% de las obras como ‘diezmo’ a los corruptos de Petrobras. Una de estas empresas, la principal, era Odebrecht. Al igual que en el Perú, los tentáculos de la corrupción llegaron hasta cuatro presidentes brasileños Fernando Cardoso, Collor de Mello, Lula da Silva y Dilma Rousseff. Las ramificaciones llegaron a tres continentes y hasta una serie a nivel mundial, como ‘El Mecanismo’ de Netflix, que comentaré próximamente. Apago el televisor.
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