Este Búho alucina la coyuntura política como la inmensa feria gastronómica ‘Mistura’. Allí veo a Alan devorando una fuente de chicharrón de búfalo del comedor de Alfonso Ugarte con salsa carioca Don Marcelo. Alejandro Toledo degustó su plato de cuy chactado que tenía una colaza de rata con mayonesa agria Maiman. Ollanta, en el stand de la selva, se acabó sendas porciones de piraña frita del Huallaga con chifles de plátano ‘Madre Mía’. ‘Pura Vida’ Becerril se desubicó y pidió una porción de ¡Kenji al palo bien tostadito! Sé que con estos ‘Piqueítos’ se les hará agua la boca. Por eso les digo, como el malévolo doctor Hannibal Lecter, ¡Bon appétit!
LAS ‘BOMBITAS’ DE MARISOL: Este columnista piensa, como la gran mayoría de peruanos, que PPK debería hacer varios cambios cantados en el gabinete, uno de ellos es en la cartera de Justicia. Me decepcionó Marisol Pérez Tello. Prefirió hacer de furgón de cola del presidente, cuando debería haber trabajado arduamente en su sector (una verdadera ‘papa caliente’), pues en las cárceles no funcionan los bloqueadores, los presos viven como si estuvieran en suites cinco estrellas, mandó a una clínica con enfermera de noche al grandulón Martín Belaunde Lossio, ‘porque se lo pidió su mamá’ (sic) y mantuvo un innecesario conflicto con las procuradoras que ella misma convocó.
Creo que por más que PPK quiera imitar a Ricardo Gareca y no hacer cambios, va a tener que sacrificar a Marisol Pérez Tello. Pero antes le pidió que le haga ‘un último ‘trabajito’: ‘cortarle la cabeza’ a las ‘incómodas’ Julia Príncipe y Katherine Ampuero. Si no se queda con el fajín, ya tiene asegurada una embajadita o un puestazo en el extranjero.
SE BAJARON A PRÍNCIPE: A Julia Príncipe y Katherine Ampuero les decían ‘Las Chicas Superpoderosas’ y ahora son ‘Las Chicas Superdesocupadas’, después de que en un escandaloso episodio fueran separadas (del Consejo de Defensa Jurídica del Estado y de la procuraduría ad hoc para el caso Lava Jato) y con roche, porque la ministra de Justicia dijo en un programa de televisión que Julia había ‘renunciado’ y que Ampuero fue cesada porque perdió su confianza.
Fue por eso o porque Katherine dijo que ‘tenía los ovarios bien puestos’ para denunciar meses atrás al presidente PPK por supuestos pagos de una cuenta de una sucursal de Odebrecht a una cuenta personal. Julia Príncipe, que entró por todo lo alto invitada por el Gobierno, hoy sale abruptamente. Ella dice que no renunció, la botaron por no querer destituir a Ampuero, que estaba realizando su trabajo, ajustando las clavijas a Odebrecht para que pague lo que le corresponde al Estado y no venda sus activos. Increíble.
HIJITO DE PAPÁ: Este Búho abre sus ojazos y ve que Fujimori hace rato puso todas sus ‘fichas’, todo su capital y sus ilusiones de viejo encerrado en Kenji Fujimori. Es su ‘tapadito’. Él ya no tiene esperanzas de que Keiko gane las elecciones en una tercera elección. ‘Tiene el síndrome de Lourdes Flores’, le dice a sus allegados. Por eso jaló las orejas a quienes sancionaron a su engreído. Los llamó ‘desleales’ y sacó cara públicamente por Kenji, dejando a Keiko como una zapatilla vieja.
Esto llenó de terror a los que creían que iba a ser fácil deshacerse de Kenji Fujimori. Los desubicados como Rolando Reátegui, que dijo que ‘a Fujimori le hace falta agua de azahar’, hoy están temblando. Por lo bajo ya se están organizando en el Congreso los ‘albertistas’, que esperan que el ‘Chino’ salga para que vuelva a tomar el control del partido con su querubín Kenji. En las reuniones de PPK con Keiko no se habló del indulto. Eso lo habló el mandatario con Kenji. Más claro, ni el agua.
POLICÍA ECHA AL ‘MUDO’: El informe de la Policía Nacional sobre el incendio en la galería Nicolini involucra al alcalde Luis Castañeda Lossio y otros funcionarios de la Municipalidad de Lima por delitos contra la administración de justicia y omisión de funciones. Para los custodios del orden, si el ‘Mudo’ y su gente hubieran comunicado a las autoridades las condiciones bajo las que se trabajaba en esa galería, se habría evitado la tragedia.
Además, Luis Castañeda Lossio no se dignó a acercarse a declarar sobre el incendio, como tampoco lo hizo ante la Comisión del Congreso que lo convocó por la volcadura de un bus en la bajada del cerro San Cristóbal. Se le viene la noche. Apago el televisor.