
Este Búho estuvo atento a la audiencia donde finalmente el juez Jorge Chávez Tamariz ordenó la prisión preventiva contra Martín Vizcarra. Con esta medida el ‘Lagarto’ será privado de libertad en el penal de Barbadillo, donde también están detenidos por diferentes procesos Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo, que también fueron presidentes del Perú.

El fiscal Germán Juárez Atoche lo acusa de recibir 2.3 millones de soles en coimas. Siempre digo que la cárcel no se le desea a nadie, pero todo cae por su propio peso. Este columnista tiene desconfianza de los políticos. Los peruanos estamos decepcionados después de ver cómo los últimos mandatarios han terminado acusados de graves delitos de corrupción, presos y hasta en el más allá.
En campaña presidencial, todos prometen y muestran caras sonrientes y de afecto en plazas y mercados. Pero cuando están en el poder se llenan de soberbia. Y es cuando empiezan a dar licitaciones a dedo a sus amigos, sobrevaluar costos y recibir dinero sucio a través de testaferros. Vizcarra es un tipo sinuoso. Sobre él pesan graves acusaciones de corrupción desde su época de gobernador regional de Moquegua, como haber recibido millonarias coimas para favorecer licitaciones durante su gestión.
LOS ASESORES DEL ‘LAGARTO’
Pero, sin duda, su paso por Palacio de Gobierno terminó por coronarlo como uno de los políticos más nefastos de la historia peruana. Motivos sobran para considerarlo así. En una entrevista a su secretaria personal, la que siempre estaba a su lado, Karem Roca, ella da luces sobre sus oscuras y raras obstinaciones, como iniciar sus días de presidente con asesorías del inefable Richard Swing, a quien le prometió el ¡Ministerio de Cultura!
“Swing no le decía presidente, le decía Martín. Sus asesorías empezaban a las 5:30 o 6 de la mañana”, contó Roca al periodista Carlos Paredes, autor de ‘El perfil del Lagarto’.
Otro de sus asesores más importantes fue el vidente de ‘Chollywood’, el popular Hayimi. “Iba una vez al mes. Siempre que iba, coordinaba con el señor (Vizcarra) por teléfono. Una vez vino con unas espadas y dijo que tenía que hacerle una limpia al señor. Hayimi entró al despacho, se quedó un par de horas con el señor. Sé que el señor le daba un sobre”, contó Roca.
Carlos Paredes también describe en su libro ese vínculo íntimo entre el ‘Lagarto’ y el brujo: “Hayimi no tenía como herramientas a la sociología, la psicología de masas o la comunicación política; lo suyo eran las ciencias ocultas. Era el guía que intentaba satisfacer una de las obsesiones de Vizcarra: la futurología o, en lenguaje común, adelantarse a la jugada”.
Durante toda la crisis sanitaria generada por el maldito virus, el ‘Lagarto’ no escuchó a su premier, ni a su ministro de Economía, ni a los funcionarios de Salud, ni a nadie profesionalmente preparado, sino recurrió al inefable Richard Swing y al hombre que le hacía limpias con su espada.
A ellos les consultaba qué decisiones tomar sobre los problemas que agobiaban y arrinconaban al abismo a nuestro país. Ahora vemos las consecuencias. En el colmo del descaro, se descubrió que, junto a su esposa y su hermano, se vacunó contra el coronavirus a escondidas, mientras miles de peruanos morían por falta de una cama de cuidados intensivos. Todo cae por su propio peso. Apago el televisor.








