Dina Boluarte encabezará el gobierno hasta que concluya el periodo presidencial en julio de 2026.
Dina Boluarte encabezará el gobierno hasta que concluya el periodo presidencial en julio de 2026.

Este Búho está seguro de que el nombre del golpista Pedro Castillo Terrones quedará inscrito en la Historia Nacional de la Infamia. Escribía ayer que el Congreso debía vacarlo porque ‘el país no podía soportar tanta ignominia, tanta vergüenza’, pues a diario salían a la luz nuevas revelaciones de personajes de su entorno más íntimo que lo acusaban de perpetrar centenares de actos de inmunda corrupción para beneficio suyo y de sus familiares.

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Y justo el día en que iba a votar su vacancia, aterrorizado de que esta se aprobara y quedara expuesto, sin ningún blindaje para que el Ministerio Público lo ponga en el banquillo, dio un ‘autogolpe’, quebrando el orden constitucional, ‘cerrando’ el Congreso y anunciando que iba a meter sus sucias manos interviniendo el Ministerio Público, el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Una burda maniobra.

Pensaba que se iba a salir con la suya, pero no contó con la rápida reacción del Congreso, las instituciones democráticas y, especialmente, del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, que actuaron en forma valiente y condenaron el quebrantamiento del orden constitucional del aventurero. Hasta sus ministros sobones, que fueron sus cómplices en sus planes de cerrar el Congreso y dar un golpe con la tristemente célebre ‘acta de la negación de confianza’, se bajaron de su barco como las ratas y renunciaron, dejándolo solo. Castillo terminó donde tenía que estar, detenido, asustado y rodeado de policías y de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, quien le abrió las carpetas fiscales. Terminó huyendo con bolsas por la puerta falsa de Palacio con la compañía de Aníbal Torres, quien habría sido su cómplice, junto a Betssy Chávez, en su nefasta aventura que deberá pagarla muy caro.

Dina Boluarte debe convocar un gabinete profesional y decente

Este columnista cree que la nueva presidenta debe convocar a un gabinete de gente muy profesional y decente. No como nos tenía acostumbrados Castillo, con ministros prontuarios, aves de rapiña, asaltantes del erario nacional, mediocres o fruto de repartijas. Tampoco debería dejarse seducir por aquellos sempiternos personajes ‘progres’ que han ostentado ministerios desde Toledo, Ollanta, PPK y Vizcarra y que incluso se arrimaron a Castillo hasta que fueron expectorados por Vladimir Cerrón.

Las declaraciones sobonas de Sigrid Bazán hacia la nueva presidenta pintan de cuerpo entero a personajes que hasta hace horas enarbolaban enfervorizados ‘No a la vacancia’ y ahora se suben al coche de la nueva presidenta buscando alguna cuota de poder. Sería un grave error que ahora ‘resucite’ Verónika Mendoza, por ejemplo, para apoyar a la nueva presidenta.

Boluarte prometió una lucha frontal contra la corrupción y anunció que pedirá el apoyo de la Fiscalía de la Nación y la Procuraduría Pública “para ingresar sin medias tintas a las estructuras corrompidas por las mafias al interior del Estado”, para que estas instituciones “impulsen investigaciones y sanciones rápidas”. Estas promesas deberá demostrarlas en la práctica, porque no podemos olvidar que la nueva presidenta integró todos los gabinetes del chotano, desde la cartera de ministra de Desarrollo e Inclusión Social, en momentos en que un sinnúmero de denuncias de corrupción familiar y gubernamental enlodaban la imagen de Castillo. Solo se dignó a renunciar al fajín cuando nombraron como primera ministra a Betssy Chávez, su eterna enemiga.

Boluarte debe poner en Palacio un letrero que diga ‘Prohibido el ingreso’ a familiares y amigos. El nuevo gobierno debe volver a reactivar la explotación minera, la principal generadora de divisas para el país, actualmente flagelada por tomas de carreteras y paralizaciones que ocasionan millonarias pérdidas, sector que fue perjudicado por el gobierno del chotano, que se hizo intencionalmente de la vista gorda ante las agresiones a la gran minería. Celebremos con calma la caída de un Castillo que se quiso disfrazar de un vil Fujimori, pero al final triunfó la democracia y empezaremos a ver, por fin, una luz al final del túnel. La democracia y las libertades que hoy gozamos costaron muchísimo, y no podemos perderlas tan fácilmente. Hay que defenderlas con valentía, por el bien de nuestros hijos. Apago el televisor.

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