Este Búho disfruta de su tiempo libre haciendo lo que más le gusta: leer y ver películas. El cable es una maravilla, pues me permite reencontrarme con los ‘años maravillosos’ y alejarme de las turbulentas agua de nuestra política criolla. Justamente estaba haciendo zapping y me emocioné al ver ‘Grease’, la fantástica película que marcó a varias generaciones. La mítica película de John Travolta y Olivia Newton-John acaba de cumplir nada menos que ¡40 años de estreno! En agosto pasado, los famosos actores volvieron a posar y hasta a bailar juntos. Parece mentira que hayan pasado cuatro décadas desde que Danny Zuko y Sandy Olsson irrumpieron en la gran pantalla para arrasar en todo el planeta. Y ahí siguen.
Yo diría que ‘Grease’ mantiene la frescura del primer día de este musical de 1978. ‘Hicimos algo que nos cambió la vida’, comentó en ese momento la actriz. Y no le falta razón. La película se mantuvo por décadas en el prime lugar del ranking de los musicales más taquilleros de la historia. Pero como en la vida, no todo es color de rosa. Años después, se juntaron hechos negativos de la vida privada de Olivia. Su matrimonio con un actor chibolo, Matt Lattanzi, con quien tuvo una hija, fracasó y luego otro galán juvenil con el que se enredó, desapareció durante una travesía. La cantante sufrió lo indecible y, tiempo después, el sinvergüenza apareció dándose la gran vida en México, donde sostuvo que era la única manera de alejarse de la ‘tía’. Además de estas desgracias, debió afrontar un cáncer que amenazó con acabar con su vida. Pero logró superarlo.
Hasta hoy trabaja en una fundación contra el cáncer que lleva su nombre y funciona en Australia. Pero bueno, les contaba que el fenómeno de ‘Grease’ marcó a varias generaciones en nuestro país. Claro, ya dos años antes, los estudios habían ensayado la fórmula de lanzar al estrellato a John Travolta. La idea era hacerlo con una película de bajo presupuesto, pero resultó un boom de taquilla, debido en gran parte a la extraordinaria banda sonora de los BeeGees, Tavares, Yvonne Elliman y compañía, y la notable habilidad de Travolta en la pista de baile. Y por supuesto, el boom de la música disco, que estaba en todo su esplendor, hizo el resto.
‘Grease’ estaba programada para estrenarse en 1978 y, desde ya, tenía el éxito asegurado. Además, ya se había adelantado que Travolta iba a cantar. Danny Zuko (Travolta) iba a encandilar a los adolescentes, ¿pero quién podría encarnar a la dulce y, a la vez, arrebatadora Sandy Olsson? Cuando un productor propuso a Olivia Newton-John, los demás se rieron. ¡Pero si es una tía! Olivia había editado su primer LP en 1971, no era una chibola, como para encarnar a una chica de último año de preparatoria de 18 años, pero cantaba lindo. Paradójicamente, ella, quien había desarrollado su carrera en Estados Unidos, se había caracterizado por lanzar baladas románticas imperecederas, joyitas de inicios de los 70 como ‘Sam’ o la tierna ‘Please Mr. Please’. Ella se impuso a candidatas más jóvenes como Deborah Harry, de Blondie (‘muy achorada’, dijeron) o Samantha Taggart.
Recuerdo que vi ‘Grease’ en estreno, en el cine Diamante de la avenida Brasil, pero la matinée en la que la vimos con toda mi mancha mixta -en el mítico cine Mirones- fue sensacional. La escena de la fiesta de graduación, cuando Danny, que era pareja de Sandy, la cambia por la achorada latina, hembrita del barroso jefe de la pandilla rival, es la muerte. También la actuación del grupo de rock Sha Na Na. Y de más está decir que los temas cantados por Olivia, ‘Hopelessly Devoted To You’, ‘Summer Nights’, o la del final del filme, ‘You’re The One That I Want’ y el entrañable ‘We Go Together’ siempre estarán entre nuestros mejores recuerdos. Apago el televisor.
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