Rami Malek (Foto: Agencias)
Rami Malek

Este como saben bien sus lectores, es un amante del cine, desde muy niño cuando nos zampábamos a la cazuela del cine ‘Mirones’, hoy demolido y convertido en edificios de departamentos. De chibolo leía las páginas de cine con igual pasión que las de deportes y uno de mis hobbies favoritos era irme solo desde Mirones, en micro, a explorar salas cinematográficas de otros barrios cercanos como el ‘Fantasía’ o ‘Monumental’ de Breña, el ‘Diamante’ y ‘Ópera’ de Jesús María, todos ya desaparecidos, o los del Centro de Lima: ‘Metro’, ‘República’, ‘Lido’, ‘Le París’, tremendas salas, casi todas, salvo el ‘Excelsior’, desaparecidas.

Por lo tanto, no me perdía las entregas de los premios Oscar, que daba la Academia de Artes y Letras de Hollywood. Esas fastuosas ceremonias con presentadores como el legendario Bob Hope las traducía el gran Pepe Ludmir. Pero no sabíamos, en esas épocas, en TV blanco y negro, que había un premio tan importante como el Oscar, que se entregaban meses antes que los Oscar y eran seleccionados por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood.

Generalmente, quien gana los ‘Golden Globe’, gana también el premio de la Academia de Hollywood. En esta nueva década de mundo globalizado y televisión por cable, los amantes del cine podemos ver en vivo y en directo la ceremonia de ‘Los Globos de Oro’. Aquí les presento algunos ‘Saltaditos’ de lo más significativo de este magno evento:

LA POLÉMICA: La elección de la cinta biográfica del vocalista de ‘Queen’, Freddie Mercury, ‘Bohemian Rhapsody’, como la mejor película dramática por sobre ‘Nace una estrella’, ‘El infiltrado del KKKlan’ o ‘If Beale Street Could Talk’. Solo los minutos finales salvan a esta película y la monumental actuación del protagonista. En los Oscar, seguramente, se corregirá ese grueso error de la prensa extranjera en Hollywood.

EL POSEÍDO: El premio a mejor actor estaba cantado, Rami Malek fue poseído por Freddie Mercury, en una actuación de antología. Si el año pasado el ‘Globo de Oro’ y el Oscar recayeron en Gary Oldman, quien se transformó y fue Winston Churchill en ‘Las horas más oscuras’, este año Malek, al convertirse en el complejo y controvertido cantante, es casi seguro que repita la hazaña de Oldman.

LA TRIUNFADORA: ‘Green Book’ con tres galardones no tenía pierde. En esta época, donde cada vez más los derechos de las minorías son exigidos hasta con virulencia por los miembros de la comunidad cinematográfica, una película ambientada en los sesenta, en pleno racismo, estaba destinada a triunfar. Es la historia de un pianista negro que contrata a un fortachón italoamericano para que sea su chofer y guardaespaldas. En el reparto destaca el notable Viggo Mortensen. Un capo de la comedia, Peter Farrelly, la dirigió y apunta a futuro a algunos Oscar.

LA BOMBA LATINA: ‘Roma’, del mexicano Alfonso Cuarón. La joyita de la noche, desde su casting latino, su blanco y negro, y la canción de Leo Dan. Apunta a pelear algunos Oscar. Los premios a Cuarón, como mejor director y mejor película extranjera, lo ameritan.

EL PREMIO MÁS MERECIDO: El honorífico ‘Cecil B. DeMille’ otorgado al inmenso Jeff Bridges. Este columnista lo ha visto en un sinnúmero de películas. Debutó a los dos añitos en ‘The Company She Keeps’ y protagonizó filmes como ‘Loco corazón’, por el que ganó el Oscar.

EL CHISTOSO: El actor Christian Bale, quien agradeció a ‘satanás’ por haberlo inspirado en su actuación como el vicepresidente norteamericano Dick Cheney en la cinta ‘Vice’. El antiguo ‘Batman’ se llevó el premio a mejor actor de comedias.

EL SHOW: El de Jim Carrey cuando los presentadores lo conminaron a dejar su mesa, pues él estaba nominado por una serie de TV y estaba sentado en una de cine. ‘La máscara’ sacó toda su genialidad ante el roche e hizo lo que más sabe: hacernos reír con sus ocurrencias y sus poses de molesto.

LA SERIE DE TV: El esperado premio recayó en ‘The Americans’. Los terribles años de la Guerra Fría, la pesadilla de los agentes de la CIA y los gobernantes norteamericanos se plasmó en el siglo XXI, pero ambientada en los años 80 de Ronald Reagan. La KGB infiltra a agentes para que pasen como sencillos ciudadanos norteamericanos. Con un elenco donde destaca un actor que siempre hace de personajes siniestros, el ex Drácula, Frank Langella. Para ‘The Americans’ era su última oportunidad y la prensa extranjera se la brindó. Apago el televisor.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC