Este Búho siente en el ambiente que ya está cerca el Día de la Madre. Llego a un restaurante ‘ficho’ de Miraflores, bien fiestero, y me doy con la sorpresa de que varios políticos habían reservado sendos menús: Alan García pidió chicharrón de búfalo con dulce de caipirinha ‘Barata’. Ollanta Humala encargó anticuchos a la ‘Madre Mía’ con aderezo agrio ‘Amílcar’. Kenji se almorzó una trucha a la parrilla del ingenio Aramayo. Susana Villarán pidió un turrón con harta mantequilla regia y una copita de ‘Lula Colada’. Sé que con estos platillos se les hace agua la boca a mis hinchas de los ‘Piqueítos’. Solo me queda desearles, como el siniestro Hannibal Lecter: ¡Bon appétit!
LLORA, KENJI, LLORA: Este Búho lo advirtió. El fujimorismo nunca le perdonará al Gobierno el haber propiciado una pugna que desbordó las estrictas fronteras de la política. PPK lanzó un alfil proponiendo una salida para Fujimori de la Diroes y solo se esperaba que la mayoría del Congreso, copada por Fuerza Popular, dijera que sí, pero dijo que no. Ni las lágrimas de Alberto y Kenji Fujimori apiadaron a los ‘nuevos’ parlamentarios fujimoristas. El proyecto del ubicuo Vieira se fue por un tubo, pero muchos de ellos ‘anunciaron’ venganza.
EL MÁS INTERPELADO: Nada de lo que hizo el ministro del Interior, Carlos Basombrío, lo salvó de la guillotina armada por el fujimorismo en su último ‘Pleno’, quienes por unanimidad acordaron interpelarlo. Uno puede discrepar respecto a la forma en que la mayoría parlamentaria digita temas muy delicados. Pero en este caso, el jefe de cartera se lo ganó y de lejos. Voy a decir algo. Si un ministro que no se encontrara en la playa y que contara con un buen equipo de inteligencia se enteraba de que los senderistas se habían infiltrado en la marcha por el Día del Trabajo, lo que quedaba era disolverla. Pero eso no sucedió y ahora quieren barnizar con que esa marcha, un poco más, y era tan inofensiva como la de los ‘Boy Scouts’. No, fue apología a un asesino como Abimael Guzmán que derramó tanta sangre de peruanos.
CAPITÁN MANDA: Este columnista cree que el caso Madre Mía debe reabrirse. Está claro que por cuestiones políticas se abrió en el 2011. En ese entonces, Ollanta Humala era el candidato de los políticamente correctos y todos pasaron a olvidarlo. Hoy salen más testigos que lo inculpan, que aseguran que mataron a su orden. Pero como sostiene el periodista de investigación Ricardo Uceda, todos, antes de que la conciencia y el deber los obligaran a hablar, le pidieron miles de dólares al candidato y posteriormente al presidente. Concuerdo con el investigador con relación a que el periodismo ya aportó las pruebas y que de ahora en adelante le toca a la Fiscalía, porque van a salir muchos más ‘testigos’ buscando un ‘arreglito’.
¡HASTA CUÁNDO, MADURO!: La grave crisis económica, alimentaria y de seguridad que atraviesa Venezuela prácticamente hace imposible vivir en ese país. En cuarenta días de protestas, han muerto al menos treinta y nueve personas, la gran mayoría por las balas de los esbirros del autócrata Nicolás Maduro, cuyo régimen de terror y hambre no da para más. En tanto, miles de hermanos venezolanos huyen a otros países como el Perú, en busca de una existencia digna, y muchos se ganan el sustento como vendedores ambulantes. Increíble que un país tan rico como Venezuela, que nada en petróleo, haya llegado a esta situación de pesadilla donde la gente no puede ni comprar papel higiénico. Claro, excepto su familia y una élite de corruptos de ese gobierno, que viven a cuerpo de rey derrochando millones de dólares.
ADIÓS, MAESTRO: Este Búho no estila hacer obituarios, pero me entero de que falleció Fernando Maestre. Tuve la suerte de conocerlo. Me interesaba saber cómo un psicoanalista como él, con lo herméticos y exquisitos que eran -había conocido a Saúl Peña en San Marcos-, todavía escribía en Trome. En su consultorio de la calle Arica, en Miraflores, cuando le pedí que ayudara a un joven de escasos recursos, un genio universitario y esquizofrénico, me dijo: ‘Búho, esto lo hago gratis, cómo quisiera que mis colegas hagan lo mismo’. Un buen hombre, que descanse en paz. Apago el televisor.
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