Este Búho, a pocos días de celebrar las Fiestas Patrias, reitera que el Perú está en decadencia y los políticos que nos gobiernan son cínicos y desprecian a la población. Para que la gente lo tenga claro en la próxima elección y se molesten los ‘dignos’, este es el resultado de haber elegido presidente a un burro y ladrón como Pedro Castillo y a su vicepresidenta Dina Boluarte.
Esto que vivimos es el reflejo de la izquierda aventurera, la que prometió gobernar para los más pobres. Ahora Dina es sostenida en palacio por Keiko Fujimori, César Acuña y los hermanos Cerrón, en una alianza siniestra donde hay una repartija de poder y dinero. Hacen lo que les da la gana a espaldas del pueblo. De otra manera no se entiende que el gobierno haya desembolsado una millonaria suma para comprar autos de alta gama para oficiales de la Policía, el Ejército y la Fuerza Aérea.
Increíble, en un país azotado por la delincuencia y donde existen ocho mil vehículos policiales inoperativos. La población está abandonada, y soy un convencido de que, dentro del amplio y sanguinario espectro de la criminalidad en el país, los malditos extorsionadores son los enemigos públicos número uno. Son ellos los que están desatando un verdadero baño de sangre en muchas zonas del país.
El tema es muy complejo y lo más triste es que tenemos un gobierno de Dina Boluarte incompetente, incapaz y temeroso, que no reacciona ante lo grave del avance de la criminalidad. Miserables sicarios en moto asesinan sin piedad a humildes choferes y las coordinaciones salen de los penales. Va a llegar el momento en que las mafias criminales nos dominen por completo. Si estos extorsionadores ya no respetan a nadie y son tan malditos que ponen bombas en colegios en pleno horario escolar y disparan a buses llenos de pasajeros, son capaces de todo. Este delito es terrorismo. ¿Qué está haciendo este Congreso lleno de ‘mochasueldos’ para impulsar leyes drásticas para este tipo de delitos?
EL EJEMPLO DE BUKELE
Aprendan del salvadoreño Nayib Bukele, quien continúa con su ‘lucha a muerte’ contra las sanguinarias pandillas ‘Mara Salvatrucha’ (M 13) y ‘Barrio 18′’. Bukele inauguró la cárcel más grande de América con el traslado de dos mil pandilleros al inmenso Centro de Confinamiento del Terrorismo, con capacidad para cuarenta mil presos exclusivamente pandilleros.
El video del traslado que presentó el gobierno fue impresionante. Los presos de la ‘M 13′’, solo en shorts blancos, rapados y con sus impresionantes tatuajes en el cuerpo y rostro, fueron colocados en un inmenso patio para luego ser trasladados enmarrocados en fila india a la nueva prisión.
“Antes en las cárceles tenían celulares, televisión, drogas e ingresaban mujeres. Ahora no tendrán nada de eso, van a venir a pagar sus crímenes, no a disfrutar”, comentó el mandatario. El Centro de Confinamiento del Terrorismo es una cárcel que necesita el Perú en estos momentos. El Salvador era un infierno y todo cambió cuando llegó en el 2019 el polémico Bukele, con sus 37 años, el presidente más joven de la historia de su país. Declaró la guerra a las pandillas y metió a la cárcel a 64 mil de ellos.
‘El Salvador ha logrado pasar de ser el país más inseguro del mundo al país más seguro de América’, escribió el presidente al presentar el centro en Twitter. “¿Cómo lo logramos? Metiendo a los criminales en la cárcel. ¿Hay espacio? Ahora sí. ¿Podrán dar órdenes desde adentro? No. ¿Podrán escapar? No. Esta será su nueva casa donde estarán por décadas, mezclados, sin hacerle más daño a la población. Una obra de sentido común”, afirmó. Controvertido, polémico, se puede discrepar en muchos puntos con Bukele, pero no de su manera en la que enfrenta a un ejército terrorista y demencial como las pandillas salvadoreñas. Más bien, en el Perú, donde la criminalidad llega a niveles espantosos, ya es hora de tomar decisiones drásticas. Ya ni Challapalca es una prisión de máxima seguridad debido a la corrupción. A todos esos que atacan buses con pasajeros y ponen bombas en colegios, por ejemplo, los deberían encerrar en un penal como el diseñado por Bukele. Basta de cárceles doradas. Acá se necesita un Bukele. Apago el televisor.
