Este Búho recibe correos de sus jóvenes lectores. Me piden que siga con el tema de la segunda vuelta entre los candidatos que tienen el más grande antivoto: Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Escribí que no votaría por aquellos que cambian como el camaleón, solo para conseguir votos y ganar. Lo de Castillo me parece alarmante. Los medios de comunicación, con toda autoridad, lo encaran con preguntas sobre temas de salud, economía o de las AFP, pero rehúye, esconde la cabeza como el avestruz o corta la entrevista, como lo hizo con Mávila Huertas. La anécdota de su frustrada entrevista en un programa dominical lo pinta de cuerpo entero como un candidato incapaz de afrontar una entrevista de una hora con un periodista que no sea ‘franelero’. A último momento canceló el encuentro.
Este columnista recuerda a candidatos a la Presidencia como Fernando Belaunde Terry. Cuando los ultras le prohibieron el ingreso a una plaza, el arquitecto entró a la fuerza y le impactó una piedra en la frente, pero así sangrante, se dirigió a sus partidarios. Luis Bedoya Reyes se sometía en 1978 a una histórica entrevista con el mayor inquisidor televisivo de la época, el notable periodista Alfonso Tealdo, el César Hildebrandt de la época de los militares. Los políticos que pretenden dirigir los destinos del país deben ser hombres preparados, pero sobre todo valientes, y no pueden estar rehuyendo las entrevistas o dando penosas respuestas o cortando abruptamente los ‘tete a tete’ periodísticos.
Una cosa es gritar cualquier paporreta en una plazuela y otra explicar en una entrevista cómo vas a plasmar las promesas que ofreciste en el mitin. Lo más preocupante es que el candidato de Perú Libre intenta tirarse abajo la reforma de la educación, pero sobre todo en un aspecto fundamental: los exámenes a profesores para medir su capacidad, que posibilitó también el ingreso de jóvenes mejor preparados. Ahora anuncia que todos los ‘profes’ jalados, si gana, serán repuestos. ¿Así será su gobierno? ¿Sin meritocracia? ¿Esa educación les va a dar el ‘lapicito’ a los hijos de los más necesitados que estudian en colegio nacional? Este periodista estudió en un colegio nacional con grandes maestros. Con la educación y el futuro de los niños no se juega.
La otra candidata, Keiko Fujimori, con un fuerte antivoto y ‘chicharrones’ tanto en política como judiciales, promete hacer un gobierno de ‘ancha base’. Pero su mejor anuncio es que jura que, si gana, ‘el primer ministro no será un fujimorista’ y promete que su gobierno ‘no será de Fuerza Popular’. Suena bien y lo anunció públicamente en los programas políticos donde se presentó. Pero en los mismos programas pudo aprovechar para hacer un ‘mea culpa’ verdadero. Cuando mostraron a Kenji dándole su apoyo, debió sincerarse en público y pedirle ‘perdón’. Serán esos genuinos pasos de arrepentimiento los que podrían acercarla a ese cuarenta por ciento de indecisos. Pero nada está dicho, solo que el destino de un país está en juego y hay que pensar muy bien antes de votar. Ya lo dije ayer, el Perú no puede volver al atraso del estatismo, las expropiaciones y el recorte de las libertades. Se necesita la inversión privada que genere más puestos de trabajo, vacunas, hospitales y oxígeno. ¿Quién está más preparado para dirigir el país?
Apago el televisor.