Este Búho aprovecha su tiempo libre para disfrutar de sus ‘cachorros’. Son inquietos, distraídos y con las baterías siempre a full. Con menos restricciones, ya se puede ir al parque a patear una pelota o salir de Lima a tomar un poco de sol. Han sido meses duros para ellos, pues tuvieron que acostumbrarse, de pronto, a un nuevo ritmo de vida: encerrados y lejos de los amigos. Crear hábitos saludables con los hombrecitos de casa, pienso, es el principio para la formación de ciudadanos de bien. Aún conservo en la memoria esos viajes con mi viejito o esas pichanguitas en el patio trasero de la casa. Aunque no tuvimos mucho, siempre nos sobró felicidad. Por eso creo firmemente que los pequeños momentos pueden ser los más significativos para el desarrollo de un niño y trato de ser empeñoso con ello, porque estoy seguro de que serán esas imágenes las que recordará de adulto, cuando yo ya no esté.
Desde hace algunos meses, todas las noches que pasamos juntos, mi pequeño hijo y yo nos echamos a la cama con un libro. El mismo libro siempre. Es una actividad impostergable. Casi un hábito que hemos creado sin darnos cuenta. Él, acostado sobre mi regazo, y yo, envolviendo mi brazo alrededor de su pequeño cuerpo, nos zambullimos en una historia que ya hemos leído infinidad de veces, pero que nos sigue cautivando página por página como si lo abriéramos por primera vez.
Por las noches, al refugio de la luz tenue de una lámpara de mesa, de pronto nos invaden un aviador, una rosa, los inmensos baobabs, un zorro, una serpiente, un hombre de negocios, un vanidoso, un rey y, entre todos ellos, un hombre pequeño: ‘El principito’ (Antoine de Saint Exupéry). Es una historia llena de fantasía y lecciones de amor y amistad. Sobre el descubrimiento y el asombro.
Está cargada de frases hermosas que aquí les comparto:
1. ‘Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan’.
2. ‘Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones’.
3. ‘No se ve bien si no es con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos’.
4. ‘No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo’.
5. ‘Si tú me domesticas tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…’.
6. ‘El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante’.
7. ‘Las flores son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus espinas…’.
8. ‘Será necesario que soporte dos o tres orugas si quiero conocer las mariposas’.
9. ‘Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños porque uno de ellos no se realizó’.
Además de deportes y viajes, inculcarles el amor por la lectura a los más pequeños es un regalo que agradecerán toda la vida.
Apago el televisor.