Este continúa reflexionando sobre las implicancias de la cuarentena decretada por . No estoy de acuerdo con los que celebran la decisión del gobierno: ‘Entre la salud y la economía, opto por la salud’, porque por simple lógica, impedir que miles y miles de informales salgan a trabajar y no puedan llevar alimentos a sus hijos, ¿no es también atentar contra la salud de sus niños? Señores, no solo de coronavirus se muere la gente, también de hambre. Lo que me sorprende de esta situación es que se ejecuta sin el más mínimo ‘control de daños’.

En los llamados ‘cordones de miseria’, en los cerros altos de la capital, donde no hay agua potable y ni siquiera llegan los ‘camiones cisternas piratas’, las arengas de la premier de ‘lavarse las manos cada veinte minutos’ les suena a burla, porque no tienen ni para cocinar, menos para bañarse.

En el Consejo de Ministros ‘Morado’, Bermúdez le preguntó al ministro de Vivienda, del que depende Sedapal: ¿Oiga ministro, ya ordenó al presidente del Directorio que los camiones cisterna repartan agua gratis allí donde la gente se va a quedar sin dinero y no podrá comprar esa agua sospechosa de los filibusteros del líquido elemento? está preocupada rompiendo pistas en Surco y Miraflores para cambiar tuberías viejas por nuevas, para que llegue agua a los flamantes edificios que se construyen. A la ‘estratégica’ empresa estatal le importa un comino que haya poblaciones en cerros con más de 25 años de ocupación que reclaman y son ignorados.

El tremendo reportero de ‘America Noticias’, Gunter Rave, conmovió al país al presentar el caso de un comedor popular en las alturas de Villa María del Triunfo. Allí las madres estaban desconcertadas, porque el único programa social que funcionó con Ollanta Humala, el ‘Qali Warma’, que les destinaba alimentos, se ha detenido con la última entrega en diciembre del 2020.

TROME - WALDO MENDOZA HABLÓ SOBRE LOS IMPUESTOS
MEF suspende pago de IGV, ISC e Impuesto a la Renta ante nueva cuarentena. (Video: TVPerú)

Fortunata Palomino, presidenta de las ollas comunes -mil 200 registradas en Lima-, le reclamó al presidente que apruebe la nueva dotación de víveres que benefician a unas 120 mil familias que carecen de agua potable. ‘Don Quijote’ hasta ahora no firma. Lo peor, no tienen ninguna conexión con la ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silvana Vargas. ¡¿Y dónde está la ministra?!

Por eso ayer este columnista reclamaba que el presidente debe hacer trabajar a sus ministros. Hace una semana una denuncia periodística tocaba directamente a Palacio de Gobierno. Sagasti había contratado para una jugosa asesoría a una empresa amiga para que le realice una ‘reingeniería’ sobre la comunicación en Palacio. Para eso sí hay plata. ¿Y la vacuna?

Y como una anécdota, una ‘analista’ gobiernista, después de sobonear la draconiana medida, solo le ponía una observación: ¿Por qué no han permitido que la gente salga a comprar sus víveres en los supermercados con sus propios vehículos? Alucinante la total falta de empatía con los millones que no tienen ni un sol para ir al mercado.

Con razón el gobierno va dando tumbos, porque escucha estos ‘cantos de sirena’ de gente que está totalmente desconectada de la realidad del país y creen que los pobres son iguales a los jardineros de su casa de playa.

Martín Vizcarra y su reacción ante nuevas medidas frente a la segunda ola por el COVID-19
El expresidente cuestionó que el actual mandatario no haya explicado “cuál es la situación” de los contagios del COVID-19 en el país y que justifican las medidas adoptadas este martes.

Pero no solo el coronavirus nos azota como una plaga. El Congreso de la República continúa con su desquiciada borrachera populista. La última es la más peligrosa y la impulsó la ‘toledista’ Carmen Omonte, ahora del partido de César Acuña, quien alucina que ‘algún día será presidenta’. Ella, desde la presidencia de la Comisión de Reforma de Pensiones, acaba de hacer aprobar, con seis votos a favor y dos en contra, un absurdo proyecto que busca arrebatar los ahorros individuales de los millones de trabajadores afiliados a las AFP, dinero ganado honradamente, para ‘juntarlo’ con los ineficientes programas de jubilación del Estado.

‘El sistema pensionario del Estado ha fracasado, otorgó las peores pensiones y todo por la corrupción. La última vez que los fondos de los trabajadores fueron administrados por el Estado terminó quebrando’, sostuvo el economista y experto en el tema, Jorge Carrillo Acosta. Qué estaremos pagando.

Apago el televisor.



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