Este Búho vio la polémica serie de Amazon, ‘Maradona: Sueño bendito’, sobre la vida del ídolo del fútbol. Sus escándalos amorosos con la cantante de Pimpinela, con la novia de su mánager y amigo Guillermo Coppola, la vedette Yuyito Gonzales, o sus orgías, justo en los días que se cumplió el primer año de su muerte. Pero una noticia remeció a la Argentina y al mundo futbolero. No solo lo habían enterrado sin corazón, sino que la barra brava de Gimnasia y Esgrima ideó un plan para robarlo. La vida del ‘Diez’ fue alucinante, pero a un año de su partida siguen sucediendo cosas increíbles en torno a su persona, que no lo dejan descansar en paz ni a él ni a su familia. Tanto así que su propia hija Giannina escribió en su Instagram días antes del primer año del fallecimiento: ‘Quisiera dormirme y despertar al día siguiente del aniversario’. El 25 de noviembre del año pasado, en una solitaria sala de un hospital, entre las seis y once de la noche, los médicos especialistas, visiblemente nerviosos, le extrajeron el corazón, en la operación de autopsia. Pero no solo ese órgano fue extirpado, sino también el hígado y los riñones. Solo cuando las causas de la muerte no son del todo claras, los forenses deciden sustraerlos, para estudiarlos con mayor detenimiento. No fueron operaciones clandestinas, la justicia ya había determinado dónde quedarían almacenados y por cuánto tiempo.
Las barras bravas de Gimnasia de La Plata ya se alistaban para salir a protestar, no solo por el ‘sacrilegio’ de extirpar el ‘gran corazón’ del ‘Pelusa’, sino porque hasta la fecha no se sabía dónde estaba depositado. Luego el diario Olé y otros medios revelaron el misterio: permanecía en el Departamento de Anatomía Patológica de la Policía Bonaerense, en La Plata, custodiado por fuertes medidas de seguridad. Sin embargo, en las últimas horas próximas al aniversario, una llamada sacó de la cama al ministro del Interior. Los ‘tigres’ investigadores fiscales descubrieron un plan siniestro de los barristas del último equipo que dirigió Diego: iban a robarlo para tenerlo como un ‘trofeo’. No era solo un plan. Según la policía, a los detenidos les encontraron croquis de las rutas por donde los desalmados iban a entrar en el edificio sin ser detectados. Los órganos serán preservados en formol durante los próximos diez años. El 2 de diciembre de 2020, una semana después de la muerte del ‘Diez’, habían sido trasladados a esa dependencia médico policial. Pesaba 503 gramos y los análisis determinaron que tenía un peso inusual, casi el doble de lo que pesa el corazón de una persona sana.
Ese fue un dato fundamental que utilizaron los especialistas de la junta médica para determinar que la muerte de Maradona se debió a una insuficiencia cardiaca. Además, se encontraron distintas cicatrices producto de varios microinfartos de tiempo atrás. En otras palabras, ese corazón estaba maltratadísimo ante el consumo de cocaína y taquicardias. Hay que recordar que en el Año Nuevo del 2000 cayó en coma en Punta del Este y lo salvó de milagro un médico recién egresado, que comenzaba sus prácticas en un hospital del Estado, donde lo llevó su siniestro ‘amigo’ Guillermo Coppola, para evitar a la prensa que buscaba al enfermo en clínicas de más prestigio. Justamente al año de su muerte, vuelven a suscitarse hechos de violencia, delictivos. La revelación del intento de robo no fue ficción, la reveló el periodista Juan Manuel Lombardero en el canal de noticias TN.
Los ‘angelitos’ tenían todo un bien planificado plan para robar el corazón. Pero el soplo de un ‘buchón’, por un fajo de pesos, hizo que se montara un gigantesco operativo que involucró a Inteligencia Criminal y la Policía Científica, que les echaron el guante a los facinerosos. La noticia parecía un hecho inusual, inédito en Argentina. Sin embargo, en 1987, los restos del expresidente Juan Domingo Perón fueron profanados en el cementerio de Chacarita y les robaron las manos. Los bárbaros pidieron ocho millones por devolverlas. Hasta ahora el caso continúa sin resolver y las manos nunca aparecieron. Lo único que ya se sabe y que les duele a los admiradores del ‘10′ es que murió en condiciones penosas. Lejos de sus seres queridos. Según investigaciones médicas, se sabe que su deceso no fue súbito, sino un lento proceso. Seguramente después de una furibunda esnifada, su corazón latió durante horas de manera irregular. Ninguno de los malandros amigotes que lo acompañaban y lo mandaron a dormir se dignó ver si respiraba bien, pues Diego dormía en el primer piso y los otros amigos de juerga en el segundo. Respiró mal durante toda la noche, según los médicos. Fueron doce horas de agonía. Un especialista sentenció: ‘Hubiera tenido muchas más chances de vivir si alguien lo escuchaba respirar’. Triste final. Apago el televisor