Este no se cree Nostradamus, pero advirtió antes del debate que los candidatos se iban a lanzar dardos venenosos. Incluso, recordé que la situación podía ponerse tan cochina como el recordado personaje de ‘Guayabera sucia’ de un programa cómico, y no me equivoqué. La confrontación de los candidatos punteros en los sondeos -con ‘arrugadaza’ de López Aliaga- transmitido por América, a pesar que tenía toda la intención de convertirse en un vehículo educador para que el bolsón de indecisos tuviera la oportunidad de presenciar una confrontación de ideas, convirtió al panel en un ring de box del antiguo Coliseo Amauta, donde se sacaron ‘los trapos sucios’, como los calificaron en las redes sociales.

Yonhy Lescano, George Forsyth, Keiko Fujimori, Verónika Mendoza y Daniel Urresti llegaron a ‘sacarse sus miserias’. Para muchos resultó decepcionante y llegaron a la conclusión que ‘todos los candidatos perdieron’, porque no hubo uno que ofreció lo mínimo que le exigió la mesa de debates: que expusieran ‘propuestas viables’, en plazos específicos, en varias materias, especialmente dos: ‘lucha contra la pandemia’ y ‘reactivación económica’, acompañándolas del ‘combate contra la inseguridad ciudadana y corrupción’.

Trome - Lescano habló sobre Keiko, Verónika y Urresti

Pero nada de eso hubo y si en vez de candidatos fueran toreros, ninguno se hubiese llevado rabo ni orejas, ni una pezuña de toro a casa. Sin embargo, ‘las reglas del juego’ obligaban a que por medio de la web se votara por un ‘ganador’, que recayó en Verónika Mendoza con 34.2 % de votación en línea. La cusqueña llegó a sabiendas que se jugaba el todo por el todo porque su candidatura está estancada y llegó con la pierna de karateca en alto, pero con un look de profesora de secundaria, aunque los chacoteros del ciberespacio la ‘troleaban’ comparándola con ‘Betty la fea’. La izquierdista llegó para pegar, como todos, al líder de las encuestas que le ‘roba’ votos, Lescano, a quien comparó con su correligionario Manuel Merino y lo vinculó al golpe de noviembre. Golpe bajo. Pero quedó desarmada cuando la acusaron de ‘populista’ al insistir en colocar impuestos ‘a los de arriba’ y no pudo explicar de dónde iba a salir el dinero para su programa laboral ‘Chamba’. También quedó mal parada cuando le enrostraron su participación en las ‘agendas de la corrupción’ de Nadine.

El ‘calichín’ George Forsyth fue la contraparte, disfrazado como ‘chambelán de quinceañera’, pareció salir ensamblado para repetir como letanía un discurso elucubrado lejos de su cerebro, y más bien por su papá y el ‘asesor’, el ‘tío’ villaranista Jorge Nieto. Tanto exasperó que uno de los panelistas lo puso en su sitio: ‘una cosa es gobernar un distrito como La Victoria y otra un país como el Perú, señor candidato’. Allí volvió a ser el bisoño del grupo. Muchos esperaban que el victoriano iba a hacer un gran ridículo, pero como no lo hizo y mantuvo su sonrisa congelada de seductor, un voto femenino lo colocó en el segundo lugar con 22%.

Mávila Huertas se confunde y llama Merino a Yonhy Lescano -TROME
Mávila Huertas se confunde y llama Merino a Yonhy Lescano -TROME

Lescano demostró que es ‘el rey de la improvisación’. Sorprendió a todos cuando muy suelto de huesos dijo que el problema de las vacunas ‘lo resolvía rápido’: ‘hay que pedirle a países como India, que ya fabricaron su vacuna, que nos cedan la tecnología. Así las fabricamos nosotros antes de fin de año’. Cuando le explicaron lo imposible de su propuesta por la poca tecnología y lo que tardaría producir nuestra propia medicina, seguramente hasta después de fin de año, muy fresco respondió: ‘entonces hay que pedirle a países que les sobran antídotos para que nos los den, como Israel y Chile’. Otra vez lo tiraron al piso cuando le dijeron que a esos países no les sobran vacunas, sino que compraron a tiempo.

Si bien Keiko empezó ‘achorada’, descalificando a Mendoza diciendo que intenta convertir al país en ‘otra Venezuela’, y a Lescano recordándole sus ‘chats calentones y acosadores con una periodista’, a lo largo de la jornada se fue eclipsando ante las acusaciones de ‘visitar corruptos en las cárceles’. A partir de allí se mostró muy cauta, como temerosa de perder algún puntito ganado y hasta George la atacó mirándola a la cara, señalando que en el panel, con ella, había ‘más de lo mismo, no pasa nada con los mismos de siempre’. Y Lescano la lapidó diciéndole: ‘Los candidatos procesados por corrupción no deberían participar’. Un 12.8 de aprobación fue su castigo y un anuncio de que la segunda vuelta le dice ‘chau’ hace rato.

Por último, a Daniel Urresti, de quien el televidente esperaba aunque sea una propuesta y varios de sus chistes, todo le salió mal, pues hasta una carraspera que muchos advirtieron podía indicar que es víctima del temible coronavirus, le impedía coronar algún comentario jocoso sobre su ‘imitador’ Forsyth. Al ‘calichín’ lo agarró de ‘punto’ para arrebatarle los réditos por ‘la reducción de la violencia común y mafias en Gamarra’. Lo único gracioso fue cuando ‘Daniel el travieso’ dijo que cuatro candidatos le están robando ideas a su plan de gobierno. Este columnista advierte: los próximos debates, con la inclusión de un desaforado ‘Porky’, Pedro Castillo, De Soto, Beingolea, Salaverry, Acuña, entre otros, parecerán las broncas de los cómicos ambulantes.

Apago el televisor.


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