Este Búho escuchó el mensaje del presidente Martín Vizcarra anunciando que desde el último miércoles comenzaba una ‘inmovilización social obligatoria’, que va desde las 8 de la noche hasta las 5 de la mañana. En cristiano, el mandatario estaba decretando un ‘toque de queda’. Este columnista no puede evitar ingresar al ‘túnel del tiempo’.
Año 1975, el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado se desmoronaba. Una huelga de policías, brutalmente reprimida por las Fuerzas Armadas, dejaron indefensa a la ciudad y se produjeron desmanes de tipo político: incendiaron el diario Correo, el Casino de Policía, pero, sobre todo, se produjeron saqueos y pillaje en las grandes tiendas y joyerías. Los saqueadores actuaron con total impunidad. El gobierno decretó el ‘toque de queda’ de seis de la tarde hasta las seis de la mañana. Nunca se supo en realidad cuál fue el número de muertos, pero se calcularon más de un centenar. Recuerdo que los militares llegaron hasta la Unidad Vecinal Mirones y para amedrentar a los vecinos disparaban al aire. Este periodista chibolito miraba por la persiana y los cachacos te apuntaban para asustarte. “¡¡Apaguen la luz!!”, gritaba mi viejito.
Ese ‘toque de queda’ será recordado porque los militares disparaban a los carros cuando salían en la hora prohibida. Un popular cantante que se hizo famoso en ‘Trampolín a la Fama’, Percy Arana, murió al ser baleado en horas del ‘toque de queda’.
Pero el pueblo sabía cómo sacarle provecho a la crítica situación y las fiestas de cumpleaños empezaban a las seis de la tarde y las llamaban de ‘toque a toque’ ya que terminaban a las seis de la mañana. Se puso tan popular la frase que el músico Rulli Rendo sacó un disco que batió récord. Era un popurrí para bailarlo de ‘De toque a toque’. Pese a que muchos ciudadanos protestaban porque la medida duró meses, algunos voceros del régimen militar la alababan afirmando que con el ‘toque de queda’ los maridos ya no eran infieles a las esposas, y un monseñor del Callao, el cura Durand, dijo que gracias al ‘toque de queda’, ‘las familias se incrementarán, al aumentar las mujeres embarazadas’.
Los posteriores ‘toques de queda’ los impuso, en 1977, el general Francisco Morales Bermúdez a raíz de un paro nacional.
Con la vuelta de la democracia, el presidente Fernando Belaunde Terry se cuidó de no implantar el ‘toque de queda’ a pesar que el terrorismo demencial de Sendero Luminoso comenzó a derribar torres, asesinar autoridades y policías. Sin embargo, en 1986, el nuevo presidente Alan García si impuso un ‘toque de queda’ después de una serie de atentados dinamiteros a entidades bancarias, restaurantes, locales del Apra y hasta a una cuadra de Palacio de Gobierno. Este cronista ya trabajaba como periodista y salíamos a cubrir los atentados con nuestra bandera blanca, pero aun así íbamos con temor. Eran tiempos muy duros para los periodistas.
El último ‘toque de queda’ lo implantó el presidente Alberto Fujimori cuando disolvió en Congreso. Fujimori, Hermoza Ríos y Montesinos aprovecharon el ‘toque de queda’ para detener periodistas y personas que estaban contra una dictadura asolapada.
Ahora vuelvo al anuncio del presidente Vizcarra: lo de ‘inmovilización social’ tiene otra connotación. Muchos jóvenes -lo reafirmo el jefe de Estado- tomaron muy a la ligera las directivas del Gobierno para evitar el contagio del coronavirus. Continuaron asistiendo a discotecas, bares y no acataban el protocolo de mantener distancia de un metro o dos, se abrazaban, se besaban y compartían vasos. Por eso, en la estadística, el Gobierno comprobó que son jóvenes los nuevos infectados. Los jóvenes vivirán lo que vivimos ‘los tíos’ en las épocas de gobierno militar. Todo sea para frenar esta maldita pandemia.
Apago el televisor.