Este Búho, cuando el árbitro brasileño dio el pitazo final decretando la trascendental victoria de Perú sobre Venezuela en el remozado e histórico Estadio Olímpico de Caracas, vio a los niños gritando por las ventanas con sus camisetas blanquirrojas y me transporté a mi niñez. Era 1975, en ese mismo estadio, sin malla olímpica y sin bancas, el Perú se coronó campeón de la Copa América al derrotar en una reñida final a Colombia con golazo del ‘Cholo’ Hugo Sotil. El gran Teófilo Cubillas fue declarado el mejor jugador del torneo.
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Han pasado 46 años de esa heroica gesta. Hoy, padre de familia, veo a mi hijito con su camiseta de Lapadula y mi hija emocionada con su camiseta de Carrillo. Ellos no saben que su papá, cuando era niño como ellos, lloró de emoción al ver por un gigante televisor en blanco y negro al Perú campeón en ese mismo estadio de Caracas. Creo que fue una cábala que los llaneros nos mandaran a jugar en esa cancha.
Pudieron llevarnos a Mérida, San Cristóbal, Valencia o Puerto Ordaz. Ricardo Gareca es ‘cabulero’, seguramente en la charla técnica les recordó a sus muchachos Tapia, Yotún, Carrillo, Cueva, Gallese Lapadula y compañía, que en ese estadio Perú logró la gloria y ellos debían emular a los héroes de esa histórica jornada de mediados de los años setenta. Y lo lograron con un penalazo tapado por Gallese, con un frentazo de Lapadula y un tiro libre de Cueva. Los 33 millones de peruanos lo sufrimos hasta el final, pero gozamos y logramos el objetivo: seguir avanzando para alcanzar uno de los cupos al Mundial de Qatar.
El Búho recuerda que, en 1975, en ese mismo estadio, sin malla olímpica y sin bancas, el Perú se coronó campeón de la Copa América.
EL FÚTBOL NOS HACE SOÑAR: NOS QUEDAN CUATRO BATALLAS
El fútbol nos hace soñar. A esta selección ya la daban por muerta, pero Gareca nos tiene acostumbrados a salir del fondo y dar el rush final. Nos quedan cuatro batallas, pero ayer ganamos una de manera infartante. Vuelvo a mis recuerdos de niñez de aquel partido en el estadio caraqueño. La estrella del Barcelona, Hugo Sotil, se escapó de la concentración catalana para viajar a Caracas porque no le dieron permiso para jugar y todavía apareció con finos relojes para regalarles a los seleccionados. Llegó del aeropuertio a la cancha a meter el golazo que nos dio el título. Eran otros tiempos.
El gran ‘Chevo’ Acasuzo, uno de los tres arqueros que llevó Marcos Calderón junto a Otorino Sartor y ‘Caico’ Gonzales Ganoza, me contó que esa noche por ganar el título les dieron 80 dólares. Tras este triunfo hubo una cena en la embajada y al toque todos salieron a disfrutar la noche caraqueña con todo merecimento. Que este triunfo sea también de los campeones sudamericanos de 1975 donde eliminamos a Chile, Brasil y Colombia.
El ‘Trucha’ Percy Rojas, de Independiente de Argentina, igualmente se escapaba para jugar la Copa América y ahora está malito de salud. Esta victoria también deben dedicársela a él y a los campeones de América que hasta ahora, por esos vericuetos burocráticos del Congreso, no les dan la pensión que desde hace años vienen batallando al tener los Laureles Deportivos. Pero por ahora hay que celebrar y esperar enero cuando las batallas serán seguramente más encarnizadas. ¡¡Arriba Perú!! Y gracias muchachos por este triunfo que nos levanta el ánimo y la moral ante tanta podredumbre instalada en la política. Apago el televisor.
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