Este como todo el mundo futbolero, admiró como jugador a un fenómeno, Diego Armando Maradona, para muchos el mejor jugador de todos los tiempos. Por eso se entusiasmó cuando en setiembre la plataforma de Amazon Prime anunció que el 29 de octubre, víspera del primer aniversario de su muerte, iban a presentar los primeros capítulos de la teleserie sobre el ídolo titulada: Ese día se llenó el estadio de Argentinos Juniors, club donde debutó en primera, donde la pasaron por pantalla gigante; batió rating en el canal Nueve de señal abierta y, por supuesto, la observaron los millones de suscriptores de la cadena por todo el mundo.

La producción es ambiciosa y lo más resaltante fue que el propio Maradona dio el visto bueno para su biopic, pero sobre todo proporcionó información explosiva. Mucha información desconocida sobre diversas circunstancias extradeportivas de su vida, como su abuso con las drogas, sobre todo la cocaína (nunca desmentida), sus amores, como con la cantante del dúo ‘Pimpinela’ o la vedette ‘Yuyito’, que era pareja de su mánager Guillermo Coppola, quien ‘se la puso’ en una noche de alcohol y lujuria; hasta su adhesión a postulados izquierdistas radicales por su amistad cercana con dictadores como Fidel Castro y Hugo Chávez.

Ni bien se anunció el estreno de la serie, hasta apareció una joven cubana, Mavyz Álvarez, quien afirmó haber sido su novia y tuvo un hijo con el futbolista mucho mayor, quien llegó a la isla supuestamente para rehabilitarse y terminó dañado físicamente por el alcohol, drogas, sexo y otras provocaciones más.

La ambiciosa producción presenta a cuatro Maradonas encarnados por cuatro actores diferentes. El pequeño ‘cebollita’ de su empobrecida niñez, jugadorcito de potrero, apoyado por su madre, ‘doña Tota’, figura esencial en la vida del aspirante a crack que luego saltaría del potrero a jugar en primera en Argentinos Juniors.

El segundo, ya jugador consagrado, campeón en el mundial juvenil; el triunfador de los ochentas en su paso por Boca, Barcelona y el Napoli italiano, donde fue un ídolo. El tercero, en su declive después del Mundial de Estados Unidos 1994, su regreso a Boca Juniors y luego su fracaso como técnico en el Mundial de Sudáfrica. Y su cuarta etapa, obeso, con problemas cardíacos y entrenando a un equipito de Sinaloa en México, con el rostro demacrado y graves problemas de salud y consumo.

La superproducción utilizó también a cuatro directores diferentes en las distintas locaciones como Buenos Aires, Barcelona, Napoles y México. Sin embargo, la serie tuvo muchos problemas, por las amenazas de juicio de personajes que en algún momento fueron íntimos del ídolo, pero que al enterarse de la versión que presentaba sobre ellos los dejaba por los suelos. Por ejemplo, su exesposa Claudia Villafañe. Estos recurrieron a abogados muy hábiles que lograron que esos temas ‘picantes’ no fueran incluidos en la serie, a pesar de que Diego, en vida, insistió en que se incluyeran. No fueron una sino varias acusaciones que Maradona narró a los guionistas sobre el comportamiento ambicioso de la Villafañe, sobre todo en cuestión de dinero.

‘Quiero que traten esos dolorosos temas que me ha tocado vivir’, les pidió.

Aquí les presentamos algunas ‘joyitas’ que Diego lanzó contra la madre de sus dos hijas, que no son las únicas, pues aparte tiene otros tres hijos reconocidos y otros tres no reconocidos en Cuba.

Lo que la Villafañe ‘cortó’ de las acusaciones del ídolo:

1.- ‘Las infidelidades de Villafañe (incluido un accidente de auto con su amante, el actor Jorge Taima) cuando nosotros aún estábamos casados’.

2.- ‘Defraudación realizada en Miami, donde compró 7 departamentos a su nombre con mi dinero’.

3.- ‘El testamento que hizo firmar solo a favor de mis hijas Dalma y Giannina cuando yo estaba grave’.

4.- ‘Ella robó todos mis trofeos que obtuve como futbolista que terminaron en su casa y algunos los vendió’.

5.- ‘La primera vez que consumí cocaína me la proporcionó el padre de Claudia, ‘Coco’ Villafañe. Él me metió en el mundo de las drogas’.

La serie abarca y saca chispas en el plano deportivo, político y familiar, porque la vida del astro fue corta, pero intensa, muy intensa.

Apago el televisor.

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