:quality(90)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZL3I36AJNNC3FDVYDEDHWNQRSQ.jpg)
Este Búho se sorprende de lo chico que es el mundo. Muchos se preguntan de dónde ha salido el misterioso y ahora todopoderoso asesor principal de Pedro Castillo, Alberto Mendieta, quien se ha convertido en la persona que le ‘sopla al oído’ al chotano, desde su jefatura del Gabinete Técnico de la Presidencia.
MÁS INFORMACIÓN: Gastón Acurio da la hora en Qatar
Escucharía por primera vez ese nombre justo cuando ingresé a la Universidad San Marcos en plenas elecciones estudiantiles de 1979, en una lucha interna entre facciones de izquierda. La ‘moderada’ con Enrique Jacoby, de Medicina, de la Juventud Comunista Revolucionaria; y la ultraizquierdista facción de los ‘antifascistas’ o ‘fachos’. En aquella reñida y violenta elección, el grupo de Jacoby hizo una alianza con el radical Partido Comunista del Perú, Patria Roja, con gran influencia en el Sutep y en el movimiento estudiantil universitario.
El brazo estudiantil de Patria Roja en San Marcos llevó como candidato a la vicepresidencia al estudiante chimbotano de Economía Alberto Mendieta, conocido por su sobrenombre de ‘El Perro Mendieta’. No se sabía si la chapa era por Mendieta, el perro que hablaba del gaucho Inodoro Pereyra, el de las historietas de Roberto Fontanarrosa, o porque a los militantes de su grupo político se les conocía despectivamente como ‘perros’.
Quienes vivieron esas épocas tumultuosas de las elecciones de 1979 recuerdan la violencia de la ‘fuerza de choque’ de Patria Roja, pues los enfrentamientos a balazos y bombazos nocturnos fueron cotidianos. En ese entonces, las denuncias de los ‘antifascistas’, que siempre llevaban la peor parte, responsabilizaban a Jacoby de llevar como vicepresidente a un ‘matón’ como Mendieta, al que sindicaban como uno de los que comandaban esas ‘fuerzas de choque’. Pero hay que reconocer que el futuro asesor de Pedro Castillo era muy buen orador. Jacoby ganó las elecciones.
Dos años después, en 1981, Mendieta fue elegido presidente de la Federación Universitaria de San Marcos y, ya con Sendero en plena efervescencia, tuvo que radicalizar las protestas por el alza de pasajes. Y no se le ocurrió otra forma de protestar que secuestrar a los microbuses que transitaban por la avenida Venezuela e ‘internarlos’ en la Ciudad Universitaria. Era impresionante la cantidad de ómnibus estacionados frente a la Facultad de Derecho. Tamaño delito contra la propiedad privada pudo terminar en tragedia si la Policía ingresaba a balazos a recuperar las unidades. Desde allí fue conocido como el presidente ‘tomamicro’.
Curiosa la ‘prehistoria’ del hoy todopoderoso ‘asesor’ principal de Castillo y uno de los ‘cerebros’, junto a Aníbal Torres, de planificar esa visita al Congreso con todo su gabinete con una ‘cuestión de confianza escondida’, para después interpretarla como que le ‘han rehusado’ y que el Legislativo ya agotó su ‘primera bala de plata’. Una vulgar maniobra sin ninguna validez jurídica, que lo único bueno que ha originado es que los congresistas por fin han reaccionado y ya presentaron una tercera moción de vacancia contra el presidente Pedro Castillo por incapacidad moral.
Definitivamente el plan del mandatario es claro: provocar al Congreso con el nombramiento como premier de la impresentable Betssy Chávez, para que el Legislativo, con todo derecho, le niegue la confianza a alguien que ya fue censurada como ministra por ineptitud. Con este pretexto, el cajamarquino patearía el tablero dando un golpe de Estado ‘disolviendo’ el Congreso. Está desesperado, porque sabe que, con la caída del que fue jefe de la DINI, todos sus secretos saldrán a la luz y deberá enfrentar a la justicia.
El chotano está tan nervioso que en su círculo más cerrado están barajando las más peligrosas y disparatadas alternativas para impedir que el Ministerio Público continúe investigando a Castillo, como lo revelara el congresista Héctor Valer, quien en una entrevista a Radio Programas dijo que Guillermo Bermejo, de fidelidad canina al mandatario, le planteó que apoye un cierre ilegal del Congreso con el apoyo de ‘reservistas’ de Antauro Humala. “Guillermo Bermejo me planteó medidas inconstitucionales, por ejemplo tomar con la muchedumbre el cierre del Congreso”, remarcó.
El país no resiste más a un presidente y una banda que no solo están destruyendo las instituciones, saqueando al país a punta de corruptelas y ahora pretenden dar un golpe de Estado para gobernar sin equilibrio de poderes, sin Congreso y, seguramente, después irán contra la Fiscalía, el Poder Judicial y la prensa independiente. ¿O van a creer en las palabras de Betssy, que ahora llama al diálogo a todas las bancadas por el bien del país? Apago el televisor.
