Este Búho revisa los portales de información. Con la muerte del ‘actor más bello’, el francés Alain Delon, revivió el nombre del legendario boxeador argentino Carlos Monzón. Es que fueron muy amigos, incluso la estrella de cine se volvió su promotor. La verdad es que ambos estaban unidos por varias cosas en común: orígenes con carencias, infancias difíciles y duras adolescencias donde debieron pelearla a ‘puño limpio’ para alcanzar el éxito. Este llegó con fama en el mundo del cine y boxeo. En un momento sus vidas se cruzaron y cultivaron una profunda amistad, que fue genuina y desinteresada. Los dos despertaban un gran atractivo para las mujeres. Cuando el peleador santafesino terminó en la cárcel, Delon cruzó el Atlántico para visitarlo.
Les recomiendo la serie de Netflix, ‘Monzón’. Desde niño fui fanático de los grandes boxeadores. Carlos Monzón fue uno de aquellos grandes y la serie cuenta la historia de este extraordinario campeón mundial de peso mediano, quien fuera monarca indiscutible de la categoría (1970-1977) y que se retiró como campeón después de catorce defensas.
Recuerdo que sus dos últimas encarnizadas peleas las transmitieron en vivo y en directo a todo el país, épicos combates con el colombiano Rodrigo ‘Rocky’ Valdez, y por eso el argentino es un referente. El pugilista nació en un hogar muy humilde en la provincia de Santa Fe y sus padres tenían ascendencia de la etnia mocoví. De allí su imagen de morocho latino de pelo lacio y negrísimo que le daba tanto ‘jale’ con las damas europeas, continente donde realizó la mayoría de sus combates para retener su título y se convirtió en un verdadero ídolo, a tal punto que no solo ganaba millonarias bolsas boxeando, sino también como actor de cine, adonde llegó de la mano de su novia, la sensual actriz argentina Susana Giménez.
A los veinte años tuvo un hijo, Carlos Alberto, y luego se casó con Mercedes García, ‘Pelusa’, cuando ella tenía 15 años, con quien tuvo tres retoños: Silvia, Abel y Carlos Raúl. Dejó a su familia por su explosivo romance con Susana Giménez. Este idilio duró cuatro años, que terminó con denuncias de maltrato físico por parte de la actriz, quien después de años definió su relación así: ‘Fue lo mejor y lo peor que me pudo pasar en la vida’.
En 1981, se comprometió con la modelo uruguaya Alicia Muñiz, con quien tuvo otro ‘cachorro’, Maximiliano. Se separó de Alicia en 1984, pero en febrero de 1988, cuando ambos regresaron a su casa a las cinco de la mañana de una noche de fiesta en el balneario de Mar del Plata, se suscitó una de las tantas violentas peleas de la pareja. Esa vez la exmodelo cayó del balcón del segundo piso al pavimento y falleció. Por ello, el campeón perdería su último combate y no en un ring, sino en un tribunal de justicia: el 3 de julio de 1989, lo condenaron a once años de prisión por el asesinato de la madre de su hijo. Monzón estaba por cumplir seis años de su condena, aquel 8 de enero de 1995. Tenía permiso para trabajar como instructor en un gimnasio de su ciudad natal, Santa Fe, todos los días, con la condición de que llegara en la noche a dormir al penal.
Estaba de regreso muy apurado por el horario, conduciendo a 140 kilómetros por hora, cuando se desbarrancó y el auto se estrelló tras dar siete vueltas de campana. Su muerte fue instantánea. El campeón, según la crítica deportiva de su país, está entre los cinco mejores deportistas argentinos de todos los tiempos junto al mítico corredor de autos Juan Manuel Fangio, Diego Armando Maradona, el tenista Guillermo Vilas y Lionel Messi. Apago el televisor.