Este Búho saluda la rápida y efectiva intervención policial en el ‘búnker del vicio’, en Punta Negra, para capturar a tres venezolanos presuntos autores del brutal crimen de Isaac Hilario, en el McDonald’s de Risso, ante decenas de personas. La víctima se encontraba cenando con tres chicas que serían meretrices y que ‘laboran’ en la esquina del centro comercial. Según los detectives, la mafia de proxenetas que explotan a las trabajadoras sexuales en Lince lo habría ultimado porque Isaac planeaba ‘incursionar’ en el negocio. La prostitución genera millones de dólares en todo el mundo. Pero detrás de ese ejército de jovencitas que ofrecen momentos de relax a sus clientes, hay miles de historias retratadas por el cine. Historias de locura, hilarantes, desgarradoras, de dolor y hasta de muerte. He aquí algunas de ellas:
‘TAXI DRIVER’: Película de culto del director Martin Scorsese. El argumento resultaba chocante para la época. Un taxista, Travis Bickle (Robert De Niro), regresa trastornado de la guerra de Vietnam y se ve rechazado en Nueva York, una sociedad violenta y corrupta. Solitario, sufre de insomnio, se vuelve adicto a la pornografía y vive de su taxi nocturno. Conoce a una prostituta callejera ¡¡de 13 años!! (Jodie Foster), que es sometida por su ‘caficho’, Matthew ‘Sport’ Higgins (Harvey Keitel). Pero antes había conocido la parte, llamémosle decente y ‘oficial’ de la ‘Gran Manzana’, pues frecuentaba a una cliente preciosa, ‘Betsy’ (irresistible Cybill Shepherd), que trabaja en la propaganda de un candidato a la presidencia de Estados Unidos. Pero ella, tras salir con el taxista, se da cuenta que está mal de la cabeza y lo rechaza. Por eso, este se propone matar al candidato. Mientras elabora su plan, cachuelea en su taxi y es ahí donde se topa con la prostituta infantil. Al final, Travis vuelve a la guerra, pero no en las selvas asiáticas de Vietnam, sino en el asfalto de Nueva York. Se convierte en ‘héroe’ con un corte a lo mohicano, que después adoptarían los punks, asesinando al proxeneta y sus socios.
‘PANTALEÓN Y LAS VISITADORAS’: Basada en la novela de Mario Vargas Llosa, publicada en 1973, en pleno gobierno militar. Fue llevada al cine por el director peruano Francisco Lombardi. Con el actor Salvador del Solar como Pantaleón Pantoja, encargado de establecer un servicio de ‘visitadoras’ para que brinden servicios sexuales a los soldados de las recónditas guarniciones de la selva, quienes por la abstinencia sexual violaban a las lugareñas. El general le informa que su misión será tan secreta que no llevará uniforme, ni vivirá en la Villa Militar, ni alternará socialmente con los otros oficiales. Al llegar a Iquitos, su esposa Pochita se molesta por estas restricciones, pero su marido le recuerda que su misión es ‘ultra secreta y que todo sacrificio es poco por la patria’. Por las noches, vestido de manera achorada, visita bares y prostíbulos. Allí recluta a una antigua meretriz, ‘La Chuchupe’, y al enano de su marido, ‘Chupito’. Con ellos se encargará de construir ‘Pantilandia’, el cuartel general donde instruirá a su ejército de ‘lolitas’. Pantaleón denominó ‘visitadoras’ a las prostitutas, ‘prestaciones’ a los servicios sexuales y trataba a las chicas con disciplina y rigor. Pero su trabajo era ‘vox populi’ y llegó a oídos de un siniestro periodista mermelero, ‘El Sinchi’, quien tenía el programa radial más sintonizado de todo Iquitos. ‘El Sinchi’ fue a extorsionarlo pidiéndole dinero, pero Pantoja, incorruptible, lo tiró al río. Esto fue un gran error. El ‘mermelero’ lo denunció en su programa con nombres y apellidos, y su esposa Pochita lo abandonó. Sin embargo, el servicio seguía ‘viento en popa’, porque el militar cedió al chantaje del periodista corrupto, quien nunca más abrió la boca en la radio. Pero aparecerá en escena una prostituta bella y problemática, ‘La Brasileña’ (Angie Cepeda), por quien Pantaleón perderá la cabeza y le traerá desgracias al ‘servicio’ y al mismo oficial.
‘RÉQUIEM POR UN SUEÑO’: Una desgarradora película de Darren Aronofsky. La historia de una pareja de jóvenes enamorados carnales -Jared Leto y la bellísima Jennifer Connelly-, quienes se encuentran en el desquiciado y angustiante mundo de la adicción a la destructiva heroína. La situación de la pareja se sale de control cuando la joven ya no se conforma con las dosis que le invitaba su pareja, sino que se interna en el sórdido mundo de los ‘dealers’ (vendedores) del veneno, para prostituirse, con tal de que le den más droga. No hay nada peor y degradante que alguien que vende su cuerpo por la terrible droga.
Apago el televisor.