Existen películas de asesinatos que impactaron al mundo.
Existen películas de asesinatos que impactaron al mundo.

Este Búho ya no se sorprende que en cualquier lugar del país la maldita delincuencia haga de las suyas. Trujillo, por ejemplo, se ha convertido en el ‘Chicago chico’ del norte del país, donde feroces bandas criminales como ‘Los Sanguinarios Pulpos de la Cruz Verde’ o los ‘decanos’ de la criminalidad como ‘Los 80′ de Florencia de Mora, entre otras bandas más, se encuentran enfrascadas en una lucha sin cuartel por quién controla las extorsiones, el sicariato o los cupos a los mineros informales que mueven millones de soles.

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En el marco de esa guerra soterrada que se libra en el bajo mundo del hampa, se produjo el espectacular asesinato del líder de la organización criminal ‘Los 80′′ de Florencia de Mora, José Gerardo Becerra Espejo, conocido con el alias de ‘Pepito’ o ‘Gordo’. Este prontuariado delincuente fue asesinado a balazos por cuatro sicarios dentro de la cevichería Aquas, situada en el distrito de Víctor Larco Herrera, provincia de Trujillo, en La Libertad.

El crimen ocurrió la noche del lunes a vista y paciencia de más de quince comensales y bebedores de cerveza. El crimen pasaría a ser uno más en la tétrica lista de ‘ajustes de cuentas’ del país, sino fuera por la modalidad utilizada por los sicarios para asesinar a ‘Pepito’, pues pareciera una sangrienta escena de un filme de mafiosos de Hollywood.

Un video grabado por un audaz trabajador del local muestra cómo cuatro supuestos policías vestidos con chalecos de la PNP se acercan a las mesas. Uno de los comensales, envalentonado por la ingesta de licor, pregunta por el motivo de la intervención, pero los sicarios ya habían identificado a su víctima, que bebía con un amigo. De inmediato se acercaron y le descerrajaron ocho disparos a quemarropa.

En el video, que dura un minuto 26 segundos, se muestra el desplazamiento de los ‘policías’ y luego de los disparos cómo los comensales y trabajadores se lanzan al suelo y los asesinos salen corriendo. Una trabajadora, presa del pánico, grita “¡¿a quién mataron, al gordito?!”. Becerra Espejo había ‘heredado’ los ilegales ‘negocios’ de su padre muerto a balazos, al igual que su madre, internada en un centro penitenciario.

El coronel Javier Méndez, jefe de la División Criminal de La Libertad, no dudó en calificar que se trató de un ‘ajuste de cuentas’, pero este Búho no pudo evitar recordar algunas legendarias películas de mafiosos donde los delincuentes se disfrazaron de policías para asesinar a un miembro de una banda rival.

EL PADRINO III (1990): Mientras el ‘Padrino’ Michael Corleone (Al Pacino) se encuentra convaleciente de un infarto, su sobrino bastardo, hijo de Sonny Corleone, Vincent Mancini (Andy García), aprovecha para cobrar una venganza contra un mafioso enemigo de su tío Michael, Joey ‘Zasa’ (Joe Mantegna).

El crimen se comete durante la procesión en el barrio de la ‘Little Italy’, ‘La pequeña Italia’, donde Zasa era devoto. A sabiendas que Joey no se separaba de su sanguinario sicario apodado ‘La Pulga’, Vincent se disfraza como un clásico policía a caballo de Nueva York. De esta manera acorrala a sus enemigos y los acribilla en plena procesión.

CARLITO’S WAY (1993): La mafia italiana neoyorquina de los Taglialucci ha decretado la muerte del dueño de un salsódromo, Carlito Brigante (Al Pacino), al culparlo injustamente por el asesinato del capo ‘Tony’ Taglialucci, cuando el verdadero asesino fue su abogado y amigo traicionero, David Kleinfeld (grande Sean Penn). Brigante, como buen mafioso retirado, se pone a buen recaudo, pero se da tiempo para visitar a su abogado en el hospital, que está bajo resguardo y tiene una pistola bajo la almohada. Allí recibe las burlas del letrado sobre sus ‘códigos mafiosos’.

“Tus códigos no sirvieron para sacarte de la cárcel”, le espeta, mientras Carlito le enseña a manipular la pistola. Cuando se retira de la habitación del traidor, se percata de que Frank Taglialucci, el hijo del capo asesinado, se acerca a asesinar al abogado vestido como oficial de la policía.

Al salir del hospital, Brigante deja caer las balas que sacó de la pistola de su examigo al piso. Cuando el hijo del mafioso ingresa a la habitación ya Kleinfeld ha sacado su arma, pero al disparar se da cuenta de que no tiene balas y el falso policía italiano le vuela los sesos. Bajo el honorable uniforme de la policía se han cometido los más viles crímenes, como el ajuste de cuentas en Trujillo donde el maleante ‘Pepito’ murió en su ley. Apago el televisor.

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