Este caminaba por el malecón de Miraflores y un tío canoso en bicicleta y morral me pasó la voz. Soy buen fisonomista, pero no logré distinguirlo solo hasta cuando estuvo a unos pocos metros, ¡era mi amigo Germán Gonzales!, el actor que encarnó al personaje de una de las películas más taquilleras del cine peruano, ‘Alias La Gringa’, de Chicho Durant.

En el recordado filme de 1991 tenía una pinta de galán de telenovela. Esa tarde, parecía el ‘Doc’ Emmett Brown, el entrañable y canoso científico de ‘Volver al futuro’, pero sin peluca. No lo veía hace años. La última vez lo encontré delicado de salud. Recuerdo que escribí una columna hablando sobre él, no solo porque estelarizó un filme que ahora es objeto de estudios en escuelas de Comunicación, sino por lo versátil que era Germán, quien fuera mánager de unos chiquillos de San Isidro que con el tiempo se convertirían en la banda juvenil más exitosa del país: ‘Arena Hash’.

Como lo leen, en 1987 lo conocí ganador. Salía con la guapísima actriz Diana Quijano. Gracias a Medalith, una amiga de Diana, pude encontrarme con Gonzales y nos invitó al concierto del grupo. Fuimos a su debut aquel julio de 1987, en la Feria del Hogar. Unos chibolitos Pedro, Christian y compañía tocaron ‘El Cangrejo’, ‘Me resfrié en Brasil’ y otros temas.

Luego pasaron los años y Germán no consiguió más trabajos en el cine, para colmo enfermó y cuando estaba más necesitado no aparecieron los astros a los que ayudó a encumbrar en el firmamento. Ese reclamo lo escribí hace años.

Pero nuevamente volvamos al filme, cuyo guion lo escribió Durant junto al recordado poeta José Watanabe y el periodista José María ‘Chema’ Salcedo. Durant, en 1986, estaba filmando ‘Malabrigo’ y se apareció en el set un flaco desgarbado, blanco, arrugado, de pelo castaño, viejo por la mala vida. “Soy Guillermo Portugal, alias ‘La Gringa’. Tengo estos diarios sobre mi vida, fui integrante de la ‘Banda de la Metralleta’, en Surquillo, y me escapé de varias cárceles, incluido El Frontón”, reveló.

Justo en ese momento, Germán Gonzales, quien estudiaba Arquitectura en la UNI, llegaba buscando a Chicho para entregarle el dibujo del afiche de la película. ‘Esperen’, le dijeron a los dos. En esos minutos en que el locuaz Portugal le contaba sus historias, Gonzales se dio cuenta de que le hubiese gustado encarnar ese personaje, pero lo suyo era la música. Había estudiado en Inglaterra, donde conoció a Chicho Durant y tenía una banda, ‘Live Wire’, con la que sacó tres discos. Pero en Lima se recurseaba como productor de una disquera y como actor de personajes secundarios en producciones de Lucho Llosa.

En 1989, su amigo Durant lo convoca finalmente para ‘Alias La Gringa’, aunque el director de casting, Luis Peirano, dudaba de que pudiese encajar en el papel. Pero el parecido físico era evidente. ¿El resultado? Gonzales se metió en la piel de ‘La Gringa’ y su notable actuación le valió ganar el premio al mejor actor del festival de Bogotá, donde el filme obtuvo también el galardón a la mejor película.

El largometraje, con un presupuesto increíble para la época, se realizó gracias al apoyo financiero inglés y español. La locación de ‘El Frontón’ la filmaron en la isla de Pachacámac. Allí donde regresa ‘La Gringa’ para ayudar a escapar a su amigo, ‘El profesor Montes’, acusado falsamente de terrorista, y quien le salvara la vida cuando el psicópata asesino ‘Loco Luna’ (indescriptible Juan Manuel Ochoa como villano) intentó asesinarlo.

Pero lo que nadie sabe es que para esas escenas de ‘El Frontón’ se llevaron a la isla a exreclusos verdaderos del penal de Lurigancho como ‘extras’. Chicho le pidió el favor al capellán del penal, el recordado Hubert Lanssiers, de que les dé nombres de los ‘más tranquilos’, pero igual en la ‘isla’, pese a que estaba prohibido el consumo de alcohol y drogas -los pescadores los ‘contrabandeaban’-, se formaron bandos y hubo rencillas y broncas. Hasta los guardias republicanos fueron verdaderos y la ‘Gringa’ Portugal, ‘el firme’, consiguió a algunos policías que les ‘alquilaron’ las armas para la producción.

Germán Gonzales nunca pudo dejar de ser ‘Alias la Gringa’, así como Elsa Olivero jamás dejó de ser ‘Julia’, su devota novia cambista de Ocoña, con la que protagonizó candentes escenas. Hoy Germán es un querido profesor del prestigioso ‘Corriente Alterna’ y está tranquilo, y el maestro ya no anda a salto de mata como ‘La Gringa’.

Apago el televisor. 

tags relacionadas

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC