Este Búho se sorprendió, como todo el mundo, por la noticia: Al Pacino, de 83 años, fue padre por cuarta vez, fruto de su relación con Noor Alfallah, de 29 años. Tanta fue la sorpresa y la multitud de comentarios que hasta su amigazo, el inmenso Robert de Niro, de 79 años, metió su cuchara ante la bomba noticiosa: “Es más viejo que yo, estoy feliz por él. Que Dios lo bendiga”. Claro, De Niro también fue padre de su séptimo hijo pocos días antes del nacimiento del hijo de Al. Su novia Tiffany Chen dio a luz a una niña: Gia Virginia De Niro Chen.
En el caso del actor de ‘Caracortada’, comenzó una relación con Noor Alfallah casi clandestina, en plena pandemia. Recién el año pasado ambos decidieron sacar a la luz su romance cuando fueron a una cena organizada por el actor Jason ‘Aquamán’ Momoa, donde compartieron fotos en redes, muy acaramelados. Luego de la confirmación, se dio a conocer que el astro del cine y Alfallah están juntos desde hace tres años. ¿Quién es y qué hace la joven madre? Es productora de la última película del director Alec Roth, donde actúa Pacino. El portal ‘Page Six’ sostuvo que ni bien se enteró de que estaba embarazada, el actor le solicitó que se haga una prueba de ADN. De la madre se sabe que proviene de una familia ‘acomodada’, revela ‘Page Six’. La productora no es cero kilómetros en sus relaciones con famosos. Fue público su noviazgo con Mick Jagger en el 2018 y mantuvo una relación con otro abuelo deslumbrante: Clint Eastwood. Aunque ‘Harry el Sucio’, fiel a su estilo, nunca dio detalles de su relación a la prensa. La chica no es una ‘robacunas’, sino una ‘robaabuelos viagra’, tituló un tabloide. El infante es el cuarto hijo del artista.
Hoy el octogenario actor es millonario. Pero eso no hubiera sucedido si el director Francis Ford Coppola no lo hubiera elegido contra viento y marea para interpretar en el filme de culto ‘El Padrino’ a Michael Corleone, el hijo menor del Don. Los ejecutivos de la Paramount y el productor Robert ‘Bob’ Evans pensaban escoger para ese papel a algún astro consagrado de la talla de Robert Redford, Ryan O’Neal, Warren Beatty, Dustin Hoffman, Martin Sheen o Jack Nicholson. Sin embargo, a Coppola le salió la sangre italiana y no cedió ni un cachito y dijo que “ese desconocido actor italoamericano tenía que estar sí o sí en su película. ¡Sino me largo!”, amenazó. Solo así Al Pacino fue aceptado por los estudios.
Por otro lado, uno de los roles, digamos, ‘extraños’, en su extensa filmografía fue el de ‘Cruising’ (1980), del director William Friedkin, el mismo de ‘El exorcista’. La película está envuelta en una extraña aura donde la ficción se mezcla tétricamente con la realidad. El director se sintió inspirado por un libro, pero también por una sórdida serie de asesinatos que había cometido Paul Bateson, un radiólogo que descuartizó a varios gays a los que ‘levantaba’ en discotecas ‘de ambiente’. Al encarnó a un detective de Nueva York que tiene la misión de ‘transformarse’ en un asiduo concurrente a esas discotecas, vestido con pantalones ajustados de cuero negro, politos pegados sin manga y lápiz labial y rímel en los ojos para las escenas de las bacanales discotequeras. El director se dirigió a los principales locales ‘de ambiente’ de Manhattan y seleccionó un amplio y desbocado ‘equipo’ de juergueros que aparecerían en la película: “No hubo actores extras, todos los hombres que aparecen no eran actores, eran ‘caseritos’ de esos antros de placer. Los trajimos para que hagan lo que les gustaba y además les pagamos”, declaró. En realidad, las fuertes escenas que vimos en el local sadomasoquista, con tocamientos y sexo explícito, no eran actuadas, estaban produciéndose en realidad, era sexo real.
El director concluyó: “Al Pacino, que aceptó entusiasmado participar en el filme, estuvo totalmente incómodo durante todo el rodaje y, cada vez que decía ¡corten!, el actor salía corriendo del set para quitarse el maquillaje, bañarse y salir a tomar aire puro al Central Park con su novia, mientras el resto de extras seguían en el set practicando sexo, bebiendo y bailando a expensas de la producción”. Otra de las películas de culto protagonizadas por el norteamericano es ‘Caracortada’ (1983), de Brian de Palma. Aunque durante mucho tiempo hubo un mito urbano de que el gánster cubano Tony Montana inhalaba cocaína real ante la cámara, como cuando rodó esa impresionante escena introduciendo su cara en un tremendo cerro de droga en su escritorio.
La versión real que salió del set era que utilizaron supuestamente leche en polvo, incluso el director Brian De Palma nunca ha declarado oficialmente lo que el equipo usó como sustituto de la droga. Pero sea lo que sea lo que se metió en la nariz, esa ‘jalada’ creó serios problemas para las fosas nasales del protagonista. “Durante años después de esa escena he tenido problemas ahí arriba”, dijo tocándose la nariz Al Pacino en 2015. “No sé qué pasó con mi nariz, pero cambió”. Gajes del oficio. Apago el televisor.
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