Jorge Fossati. (Photo by Rodrigo BUENDIA / AFP)
Jorge Fossati. (Photo by Rodrigo BUENDIA / AFP)

Del saque somos carnecita... Ya estoy más calmado, tranquilo, frío, pero sigo pensando lo mismo y ratifico mi posición. Si tuviera poder de decisión despido a Jorge Fossati ahoritita y que se vaya a ver telenovelas coreanas con sus nietos. Respeto su trayectoria, sus canas, pero no es el entrenador ideal para la selección. Y ojo que lo escribo desde que fue oficializado. Revisen mis columnas. En el banco se necesita una persona actualizada, con gestión de vestuario, hartas energías y rapidez mental. El hombre se olvida de fechas, cumpleaños y lo vamos a presionar con una Eliminatoria, una guerra. El ve bien al equipo y tiene que chequearse con el geriatra porque son síntomas de cataratas, glaucoma y degeneración macular. Es el principal responsable de estos dos últimos resultados. Las cosas como son. Sí, señores...

Botaron a un terco y traumadito como Reynoso y contrataron a un necio. El ‘Nono’ puede huevearnos a nosotros, pero no a sus jugadores. ¿Ustedes se dieron cuenta cuando ingresó Santiago Ormeño frente a Ecuador? El lenguaje corporal y muecas de varios seleccionados era de asombro. No entendían ni mela. Y el hincha y la prensa tampoco. Su ‘barreta’ es que lo mandó a la cancha para que defienda los balones detenidos en los córners. O sea, su preocupación principal es que no lo goleen cuando estamos necesitados de puntos. En criollo, juega a no perder. A mantener su sueldo y el resto un bledo. Y en las cámaras a ras del piso en el choque ante Colombia ya hubo murmullos serios de los muchachos porque se equivocó en los cambios. Qué feo...

Vuelo porque lo hace viajar 40 horas a Yordy Reyna desde Rusia por las santas hueveras. Lo mismo que a Joao Grimaldo desde Serbia. Los maletea con rutas larguísimas y no los pone ni un segundo en la fecha doble. Ningún técnico es ofensivo por convocar 6 delanteros. Este tío está recontra equivocado. Apuesta al contragolpe con un rengo y un ‘9′ despedazado, fundido de tanto correr como Lapadula. El ‘Orejas’ Flores, estresado con todos los problemas de sus cuñados y mujer, puede sacar un ‘gramito’ de oro cerca del arco rival. Pero el charrúa solo le toma atención y aplaude cuando baila como en los festejos del Apertura. Y casi voy a una comisaría de Quito por Andy Polo. Tranquilos, no estaba detenido por violencia familiar. Quería poner una denuncia porque no lo encontraba ni en la tribuna. Borró a toditos los que pudieron ser útiles. Noooo...

Dos menciones especiales y arrancó con el colorardo Oliver Sonne que se entrega al máximo. Iba y venía sin sacar la lengua. Nunca antes se había presentado en la altura y terminó fresquito. Los peruanos que han pisado el Cusco, Arequipa, Huancayo, Tarma y otras ciudades acabaron rotos y con los ojos rojísimos y hundidos. Con la boca espumosa y sin ánimos de hablar. El otro tema es mi sobrino Jean Pierre Archimbaud. Para este pechito aprobó en su debut con la gloriosa. Es uno de los poquitos que no le quema el balón. Se muestra, tiene buen pie y siempre la mete adelante como pocos. El transcurrir de los partidos le dará más confianza y estoy completamente seguro de que hemos ganado una opción más en el mediocampo. Vale... Me voy, soy fuga

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