Del saque somos carnecita... Por favor, no me calienten las hueveras. A ese blanco Sonne hay que llevarlo de a poquitos. No es una megaestrella. Tampoco Cafú ni el ‘violín’ Dani Alves. No habla español y recién hace cuatro días conoce a sus compañeros. Fijo que todavía no ubica a todos ni sabe sus nombres. Entonces no lo tiremos a la piscina sin agua. Ni experimentemos con alguien que milita en una liga de tercer piso en Europa. El puesto de lateral derecho es muy sensible y picante. Una del ‘Chavo del 8′ y te vas pa’ la mela.
Dejemos que se acople, integre, entrene con la gente y agarre confianza. Además el ‘Rayo’ Advíncula viene alzadito, con la moral a full, con el ego reventando, porque va a disputar la final de la Copa Libertadores. Hoy todas le contestan el wasap sin pedirle viajecitos, carteras ni nada a cambio y no les importa si las deja cojas. Ojalá nomás que se le haya quitado lo de paganini. Ayayayay...
Toca seguir comentando de la selección, pero quiero hacer un paréntesis porque este tema no merece las últimas líneas de la columna. “Yo no me vendí ante Chile”, declaró ayer Eusebio Acazuzo al ‘Hincha viajero’ Javier Cabello en la web de Trome en una nota imperdible. ‘Le creo’ no es la frase apropiada. Estoy totalmente convencido de que es verdad. Tuvo una mala actuación como cualquiera y punto.
El ‘Chevo’ carga una mochila por esa derrota 4-2 en Santiago para México 86. Aquella tarde falló en el gol de tiro libre de Jorge Aravena y el de Hugo Rubio de remate cruzado. Desde el 85 no vive en paz porque siempre se lo recuerdan con entrevistas o imágenes. Lo conozco y es un tipazo. Puedo reventarle cuetes por sus títulos, porque estuvo en el Mundial de España 82, porque era un arquerazo, pero me quedo con su amistad. Así es...
No soy triunfalista, tampoco agrandado y menos botado. Sé de las limitaciones de Perú. Hemos ratoneado al mango en la primera fecha doble. Dos remates en dos partidos. Y es entendible por la visita a Asunción y luego por el Scratch. Si continuamos en el modo ‘cuida el puntito’, es mejor que veamos ‘Lupin’ en Netflix a la hora del choque.
Si digo que podemos golpear mañana, es porque hay argumentos para achorarnos. Y la prueba más palpable es el ambiente que se vive allá. Excracks, prensa y aficionados presionan para que se vaya el ‘Toto’ Berizzo y piden la victoria a la buena, mala o con ‘fierro largo’.
Así que pilas con el cuarto hombre, el VAR, la terna y los chistosos de los recogebolas. No confíen ni en el desayuno que les sirven en la concentración. El mate de coca da positivo y los lácteos y huevos salmonella. Disculpen, pero soy podrido al mango. Rexuxa...
Estoy harto y vuelo que me repitan que históricamente no ganamos en la tierra de Pinochet. No lo hicimos con el ‘Jet’ Muñante, ‘Diamante’ Uribe, ‘Tanque’ Maestri, ‘Conquistador’ Pizarro, ‘Jeffry’ Farfán, pero ahora es el momento ideal con el abanderado Paolo Guerrero.
Seguro que hasta los perros policías se van a poner toperoles, pero eso a mí me encojona una barbaridad. Habrá ‘guerra’ en el campo, en la pizarra, en las tribunas, en los medios de comunicación, en los banderazos, en las redes, en el mar, en la tierra y en el cielo, pero en este clásico algo marcará la diferencia y es el corazón y la cabecita. Acabemos con el casi, que nos robaron o se nos escapó la tortuga. Y no va a ser... Me voy, soy fuga.
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