Del saque somos carnecita... Hace algunos años, ‘Orejas’ ni hablaba. Había que sacarle las palabras con una cuchara. Las adolescentes, jóvenes, tías y trampitas lo ponían como ejemplo del hombre perfecto por su carita de tranquilito y supuestamente ingenuo. Hace poco lo vi hasta en TikTok siendo el alma de los festejos por el campeonato. Esa famita de sanito, calladito y fiel ya no le cae.
Llegó en junio del 2023 al club del final de la Javier Prado y sugirió con presión el nombre de su cuñadito. Esta vez se ofreció para convencer a su causita ‘Canchita’ a que venga con la condición de que no boten ni presten a su familiar, pero lo mandaron a la mela porque el chico solo piensa en discotecas y salsotecas. Por eso no lo subieron para el viaje a Miami. Pobechito...
La neta que el ‘Betoto’ debe ser el ‘9′ más afortunado del planeta. Debutó profesionalmente en 2013 y lleva 22 goles en su carrera. O sea, promedio dos conquistas por temporada. Los arqueros lo sueñan porque los hace famosos y prolonga sus contratos. En su mejor momento, no la mete. El firme de la ‘Wawita’, el hijo de ‘Petipán’, le ha pedido a la ‘Mosca’ que le dé unos días más para que lo observe, pero es por las santas hueveras porque no encaja en el delantero que desea y además le sobran argumentos para bajarle el pulgar. Ayayayay...
Me pasan la voz que la joyita del Rímac es ‘grimalazo’ con su lengua. Tiene una manera de ser especial y es supercomplicado con entrenadores sin carácter. En una selección juvenil, a la ‘Máscara’ lo hizo puré de camote. Lo maleteaba con gente allegada: ‘No pasa nada con él’. Igualito tiró al sobrino del ‘Cabezón’ que fue su asistente en el ‘equipo de todos’ y del que asegura no servía ni para colocar conos y ligas en la cancha.
Habla como consagrado y solo tiene un Apertura en la horrorosa Liga 1 del Perú. A su edad, Mbappé ya era campeón del mundo. Se quiso poner exquisito con un entrenador brasileño que en one lo parchó. Ojalá cambie porque la conoce y puede jugar afuera. Así es...
Dizque el ‘Macho’ va de frente y es poco floro. Acabó la pretemporada y agradeció a los chalacos por la chamba. Eso sí, se llevó a un costado al ‘Potoncito’ y le aconsejó que se cuide con los alimentos. Es que si estando encerrado y comiendo sano, el chico tiene problemas con la balanza, no se quiere ni imaginar lo que puede pasar con la tentación de la chatarra y golosinas, y sin que nadie lo controle. Si se le va la lancha con la jama, en quince días le diagnostican ‘Elefantitis’ o ‘Hiperchanchitis’. Nooooo... Me voy, soy fuga.
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