Del saque somos carnecita... ‘Para un guapo hay otro guapo’, reza un refrán recontra callejero. Y es lo que pasó en el Argentina vs. Arabia Saudita. A los más matoncitos, ‘machitos’ y ‘taberos’ de Sudamérica les ganaron a punta de patadas. Les faltaron el respeto a nivel Mundial. No cayó una bomba en el estadio.
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Lo que derribó a ‘La Scaloneta’ fue la soberbia. Las apuestan daban cien a uno y se la creyeron. Unos tipos que vistieron del color del dólar les demostraron que el corazón vale más que el dinero. Vieron los apellidos de Messi, Di María, Lautaro y trataron como trapeador sus camisetas. Los hicieron saltar y sacar la pierna a forro. Preguntaron: ¿quién es el más malo? Y fueron encima de Otamendi. Lo reventaron sin piedad, como a todos los albicelestes que se cruzaron en el camino. Sí, señores...
El resultado es justo. En una Copa del Mundo no puedes lucir frac. Tienes que demostrar tu talento con carácter. Los árabes tomaron riesgos. Presionaron y achicaron para quedar en el uno contra uno y no les importó tener al frente a los mejores del planeta.
Este partido se lo deben enseñar a todos los jugadores de clubes peruanos en el desayuno, almuerzo, cena y a la hora que se meten a la ‘cuna’ para que de una vez pongan lo que ponen las gallinas y no nos metan 8 en la Copa Libertadores. Y no va cher...
Debemos entender que la palabra favorito no existe en el diccionario del fútbol. Ya estoy cansado de la mentalidad perdedora y de escuchar y leer ese mensaje. Que antes de enfrentar a River, Sao Paulo o Flamengo se ‘barreteen’ con que ellos tienen presupuestos millonarios y nosotros no.
El plantel de Arabia vale unos 25 millones de euros y la Argentina 600 millones. Otra vez ha quedado demostrado que con personalidad y sin complejos se acortan diferencias. Si vas a caer, hazlo de pie, que le cueste a tu rival. Que suden sangre. Once turbantes y ‘NN’ sacudieron al mundo. Qué linda es la pelotita. Así es...
Bronca en Ate. Se cruzaron dos entrenadores de menores y cada uno quería agarrar una cancha de entrenamiento para sus chibolos. Ninguno dio su brazo a torcer y se metieron un par de empujones. Uno fue defensa ‘robafocos’, el otro corría y se escapaba como ‘zorro’. Asuuuuuu...
La gente hizo hora con el volante al que le encanta la ‘chela’. El fin de semana estuvo participando en un campeonato relámpago de exalumnos de un colegio en la ‘Ciudad de la eterna primavera’, se cobró un penal a favor de su equipo y cuando se paró frente al balón, la gente gritaba que iba a fallar como en Rusia 2018. No seas malo... Me voy, soy fuga.
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