Del saque somos carnecita... El clásico se lo llevó Alianza Lima. Fue 2-1 y es lo que finalmente les importa a los hinchas y directivos. El equipo de ‘Chicho’ Salas tuvo tranquilidad para definir vía Sabbag y Costa porque después no tengo nada que resaltar. En el juego a mí no me convenció ni mela. Acabó el primer y segundo tiempo colgado de su arco. Con los millones que han invertido, no es para que la mitad del país termine pidiendo la hora y con los calzoncillos con nicotina. Eso sí, en la Liga 1 porque en la Copa Libertadores ya les anticipé mi posición. Y no me vengan con que eran visitantes en el ‘Monumental’, desde La Victoria hasta Ate te demoras a lo mucho 30 minutos sin tráfico. Unas tribunas llenas no van a influenciar en el colectivo. Sí, señores...
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Las actuaciones de los chamacos Guzmán y Cabanillas de Universitario me han sorprendido. Hay que seguirlos de cerquita para evaluar si mantienen el nivel. Tienen hartas condiciones y ojalá no sean flor de un día ni sean caseritos de ‘Barranco Bar’. No les pesó la camiseta y son conchudos. Sigo sin entender al parrillero Carlos Compagnucci. Lo tiene sentado a Piero Quispe, quien en 15 minutos demostró que está arrimado injustamente. La pide, la pone en el piso, la esconde, encara, se asocia, juega en pared, levanta la cabeza y mira la popular. No lateraliza como Horacio Calcaterra que todavía le dan la 10. Jorge Amado Nunes ve su número en la espalda del nacionalizado, se chorrea toditito y se pone histérico de pura bronca. Así es...
“Seguro lo vas a apadrinar a tu marid... Zambrano”
Apenas acabó el partido, hice una videollamada con el equipo de trabajo. En ese lapso, tenía como 30 llamadas perdidas incluida la de mi hermano Carlos Alberto Navarro. Había un número que insistía e insistía hasta que le contesté: “Ahora qué vas a decir de tu marid... Zambrano, seguro que lo vas a apadrinar. ¿Cuánto te paga?”, me carga un lector que no sé cómo se consiguió mi celular.
Primero, le aclaro que no hay una persona en este mundo que me haya dado plata por un artículo u opinión. Lo evidente es indefendible. Y cuando lo he pechado es porque creo que tengo la razón. Su calidad y jerarquía no están en discusión. Ayer se le fue la lancha. Era innecesaria esa falta. Lo jalaba a Quispe, le sacaban la amarilla y sonaba el pitazo final. Con toda su experiencia cayó redondito.
Estaba ganando, la jugada era en la mediacancha y se iba a lo grande porque era de los mejores en su debut en la Liga profesional del Perú. En estas cositas, también se piensa con la adrenalina a mil. No se puede nublar de esa manera al minuto 94. Así es...
Uno de negro resultó un donjuán de aquellos
Por siaca, hay uno de negro que fue protagonista de la fecha por su aceptable actuación en un choque bravo, que resultó ser un donjuan de aquellos. Es cara de palo y piel de chancho. Hace poquito nos representó en un torneo en el extranjero y se le vio regaladazo con un personal serio que no es su pareja oficial. Solo de escucharla te seducía: ‘Usted me encanta, mijo’. De lo que no se dio cuenta es que hasta fotos le han tomado. En la tramposería son pocos los invisibles. Y si eres algo conocido, perdiste. Está involucrado en el balón y allí nadie se salva. Ayayayayay... Me voy, soy fuga.P