Juan Reynoso
Juan Reynoso

Del saque somos carnecita... . No es el bicampeón de América ni ha clasificado a los dos últimos mundiales. Fue 2-0 y me dan ganas de patear la puerta para botar esta bronca de mela. No hay un peruano que no haya renegado y mentado la madre mil veces viendo el partido. Un planteamiento cobarde ante un equipo de viejos y entusiastas. Una cosa es competir cuando va 0-0 y otra con el marcador en contra. A la desesperada, a la heroica, a la guerra. Estos son los riesgos cuando intentas asegurar un ‘puntito’. Este no es ‘ajedrecista’, este juega ludo, dados. Se aferra a la suerte, a la fortuna. A que se resbale o expulsen a un rival. O un blooper o ayuda divina. Tres fechas en las Eliminatorias y no hemos marcado un gol ni rematado al arco. No hacemos ni cosquillas. No encuentro una explicación. Qué horrible...

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La culpa de este desastre la tiene exclusivamente Juan Reynoso. De qué le vale ser trabajador, minucioso, enfermo y disciplinado si sus planteamientos son un mamarracho. Qué tanto manda a poner tela en los techos de la Videna si damos pena en la pelota parada. El gol de Marquinhos en el Nacional y el primero de ayer de Valdés son un calco, una fotocopia. Córner, centro al primer palo y a recogerla de la red. Tanto secreto y misterio por las hueveras. A mí me vale que declare que es el responsable del resultado. Tenía miedo de perder o que le vuelvan a meter un lapo como en el 97′. Igual, por retroceder, nos pegaron y rico. Qué feo...

Podemos entender que ante Brasil se cubra, tome su recaudo, pero ante una selección de menor nivel es imperdonable. Es un ratonero al mango y que se agazapa en su valla y le importa un pepino ir al ataque, tener el balón. El ‘9′, el ‘10′ y el ‘8′ parecía Pedro Gallese en el primer tiempo. Todos la retrocedían. Ni una pared, Ni una triangulación. Ni desbordes. Una cosa impresionante. Fútbol tacaño. Fútbol mediocre. Para ir a Estados Unidos, México y Canadá hay que sumar y no esconderse. La pregunta es: ¿Así a quién le ganamos? Les aseguro que ni a Cantolao ni a Municipal, los descendidos de la Liga 1. Hasta la selección de talla baja le hace goles de cabeza. No me cabe duda. Ayayayay...

Soy honesto y desde que vi la alineación tuve un mal presentimiento. Un once incomprensible. Polo con las justas hace el recorrido por la derecha y lo manda a la izquierda. Corzo es un robot con corazón valiente y lo sacrifica a Advíncula de extremo porque lo utilizaron en algunos choques de Boca Juniors. Allí en la ‘Bombonera’ llora, besa la camiseta, se tira al piso, guapea a sus compañeros, es una fiera. Ayer un gatito recién nacido. El ‘León’ Zambrano se lesiona y Anderson Santamaría, en vez de encojonarse, entró a un partido de ‘solteros y casados’. Para mí es el responsable del segundo tanto. Hizo el ridículo en la marca. El cuerpo no es solo para enseñar los abdominales en las redes. Ni para colgarse una cadena de oro. Ni para dibujarse un tatuaje. Es para defenderse con recursos, fuerza y mañosería. Lo tiraron como cualquier cosa. Paolo Guerrero con casi 40 años es expuesto ante las cámaras. Insisto, que cuide su excelente imagen. Que lo recuerden como un ‘9′ de categoría. No como uno que se dedica a reclamar o pasearse por su área o el mediocampo. La neta que ya me tomé dos litros de agua porque estoy que quiero desahogarme por cualquier lado. Ni alcohol ni trampas. Me voy a mi póquer. Eso me relaja. Mañana, más tranquilo, no se salva ni el aire... Me voy, soy fuga.

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