Del saque somos carnecita... El fútbol peruano se salvó de una tragedia. Pudo ocurrir una desgracia sin precedentes y daños irreparables. El apagón de Matute no debe ocurrir nunca más y debe haber sanciones ejemplares para los responsables.
Cuando hay vidas humanas en riesgo no es viveza ni criollada. Es estupidez y negligencia. Las declaraciones de un dirigente al final del partido, diciendo que no fue orden del club que se haya cortado la luz, me causan risa. Un poco más y dice que los ‘drogos’ y ‘fumones’ de la zona se llevaron el tablero de electricidad. Es imposible que un policía por seguridad pida que bajen la palanca. No insulten la inteligencia del pueblo. La humillación del archirrival ha brillado más con lo ocurrido. Encima, son noticia mundial por culpa de unos ineptos. Sí, señores...
“Estoy como una m..., me jode no arrancar. El entrenador no habla conmigo”, despotricó Bryan Reyna, quien está mal asesorado y no tiene alguien que lo ubique como futbolista profesional. Pero esas palabras de molestia son el sentir del vestuario. La impotencia traicionó al chico. Se equivoca en la forma. Es un futbolista vigente y se carga a su técnico. Eso no le hace bien. Él no puede ser el desagüe por donde sale lo podrido. Estoy seguro de que el equipo piensa que por ‘Ladiarrea’ pierden el tricampeonato, pero nadie lo hace público. Todos son caletas porque hay códigos en la pelotita. Cualquier DT lo escucha y lo borra del mapa para un posible fichaje. El extremo tiene que aprender a controlarse. No es la primera vez que se va de boca. Y no va a ser...
Ya me contaron que el ‘comentarista–empresario’ empezó su chamba para el otro año. Lo han visto bajar muy seguido a tomar café en el local de un ‘choclón’ que celebra goles tapándose un ojo. Dicen que le ha metido el tango de que si trabaja con él, fácil le consigue un contrato por tres años más y todo porque el ‘man’ que decide en La Vicky es su causa desde que trabajaron juntos en otro club. Ayayayyyy...
El ‘Loquito del Rímac’ pasa por su mejor momento desde que colgó los guantes y no cree en nadie. Fue a comer una hamburguesa a un local en San Isidro y cuando estaba tomando fotos, el administrador le pidió que las cuelgue en sus redes sociales con la dirección de la sanguchería y a cambio no le cobraban su pedido. El exarquero respondió que así no corría la publicidad, a él le hablan de monedas o no pasa nada. Curuju... Me voy, soy fuga.
Un plantel con jugadores de 100 mil, de 80 y 60 mil, no puede dar esa pobre imagen en una final
La final de Liga 1 quedó abierta, pero la neta es que Alianza se llevó mucho premio del ‘Monumental’
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