Del saque somos carnecita... “No hay excusas. No hay altura que valga. Somos dos selecciones necesitadas”, declaró Renato Tapia. Y le doy la razón. Pero la realidad es que Bolivia no es más que Perú en ninguna cancha. Solo en el ‘Hernando Siles’ estamos parejos. Es con el único equipo de las Eliminatorias que podemos decir que no tiene mejores jugadores. Solo nos pueden hacer daño los 3650 metros sobre el nivel del mar porque su colectivo es una verdadera mela. Y lo refleja la tabla.
Nosotros fuimos a Rusia 2018 y al repechaje en Qatar 2022. Ellos hace ratazo están en el sótano 10. O sea, hay que gestionar bien el once y los cambios. Aire y oxigenación. Por fútbol y funcionamiento no nos superan. Así que la pelota está en cancha rojiblanca. Sí, señores...
La muchachada me pide que me disfrace del ‘Cabezón’ y mande mi alineación. La verídica que es jodido ese papel, pero uno se debe a la gente. Soy práctico y con discurso sencillo: Gallese sin manos y con coronavirus. Atrás, Advíncula, Zambrano, Callens, Yotún. Por las bandas, potencia y pase fino. El ‘Rayo’ en su mejor momento y ‘Yoshi’ por las bandas a ojos cerrados, porque Trauco anda distraído y medio panzón. Los centrales son unas torres y se comprenden en los cruces y la taba.
Aquino, Tapia, Tandazo en la volante central. El volante del Melgar que sea el sabueso, el perro o el que barra la cancha. Por los extremos, Grimaldo y Reyna que correteen. En Juliaca, Cusco, Huancayo, Tarma y Arequipa han demostrado que vuelan. La chamba es desgastar al rival para que los tíos entren en los últimos 25 minutos. Tienen velocidad, dribling y hambre. Que tapen la boca con ese tango que la Liga 1 es una tortuga.
Arriba, Paolo Guerrero. Su estadía en Quito le da ventaja sobre Lapadula y está ‘on fire’, porque en Lima u otra ciudad es Gianluca sí o sí. Es mi humilde punto de vista. Así es...
Juan Reynoso ha dirigido a Melgar y Cruz Azul. Fue campeón en la Ciudad Blanca y en el DF con los ‘cementeros’. Conoce a la perfección los estragos y el soroche. Encima enfrenta a un entrenador debutante en Clasificatorias como el brasileño Antonio Carlos Zago. No quiero presionarlo, pero le quedan dos balas y tiene que darle al bull, al blanco. O de lo contrario, de patitas a la calle; así salgan a negarlo.
Ni el ‘Ciego’ ni el ‘1′ de la Federación se van a comer ese budín con pasas durante diez meses cuando en setiembre del 2024 se reinicien los partidos que te llevan al Mundial. El pueblo y la prensa los hará tortilla de camarones. La única solución son dos alegrías en cinco días. Es la fórmula para que haya un acercamiento con la sagrada bicolor. Hay mucha indiferencia de la gente y falta de química. Eso se cura con triunfos y nada más. Y no va cher...
Hay un detalle curioso. La última vez que un referente se retiró con la casaquilla de su país fue Roque Santa Cruz y golpeamos en Asunción. Ahora Marcelo Martins anunció su despedida de la ‘verde’ y hay que seguir con esa dinámica y cábala. Pero el arma letal debe ser nuestra fe y convicción. Cero traumas a los ahogos, náuseas, cansancio y calambres.
Peor que lo ofrecido ante Chile y Argentina es imposible. Para hacer goles y sumar puntos no podemos depender de la suerte o diosa Fortuna. ‘Ratoneando’ ganas una vez de cien. Es cierto que si nos descontrolamos se nos viene la noche. Como también si salimos a tomar mate de coca. Hay que ser inteligentes, ordenados y solidarios. Cerraditos y oportunos en los cierres. Pero hay que patear al arco.
Si apostamos por el contragolpe, ataquemos y retrocedamos con volumen. Calculo que tendremos cuatro o cinco veces mínimo para agarrarlos con los boxers abajo. Y atentos a los bombazos al área y remates de larga distancia. Es la suya de siempre. Curuju... Me voy, soy fuga.
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