Del saque somos carnecita... La verídica que antes los dirigentes estaban en la pelotita por amor a la camiseta. ‘Beto’ Levy en Sport Boys, Jorge Nicolini en Universitario, ‘Beco’ Espantoso en Alianza Lima, Los Bentín en Cristal o Néstor Andrade en ‘Muni’ por mencionar algunos. No dudaban en meterse la mano al bolsillo para salvar de la crisis a sus clubes.
Ahora muchos solo llegan para servirse del fútbol, exigen bonos millonarios y solo se preocupan en engordar sus billeteras. Como ese tío que trabajaba ‘part time’ en San Luis y exigió 300 mil cocos por clasificar a Rusia 2018, o el ‘pillo’ que se levantó un palo por campeonar en el club de sus amores. Y lo peor de todo es que estamos en la cola en las Eliminatorias y nuestros torneos son unos mamarrachos. Sí, señores...
A propósito, el ‘Correcaminos’ se creía fijo en Ate si llegaba ‘Frodo’, pero se quedó con las ganas de hacer business. Ese patita por lo bajo le daba en las canillas a los otros candidatos y por eso en el club nadie lo pasa. Qué feo...
Todo se sabe. En un club grande que este año dio la hora en la net alta, un asistente parrillero y una de las ‘estrellas’ del equipo tuvieron que irse porque hubo tremendo roche. El extranjero se olvidó de que era casado y acababa de ser padre, avanzó con su pupila y al final le creció la barriguita. Al primero lo sacaron por la puerta falsa y a la jugadora le dieron descanso por un año. Asuuuuu...
Ya me contaron que desde hace un buen tiempo el que se anda internando en la ‘maquinita’ es el dueño de un club norteño con nombre parecido a equipo grande. El hombre va un día a jugar y el otro también. Arranca en Miraflores, se pasa a San Isidro, baja por Magdalena y termina en San Miguel. Mira su reloj, ve que ya está amaneciendo y recién se acuerda de que tiene que ir a dormir. Ese vicio es cana. Así es... Me voy, soy fuga.
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