Peru vs. Paraguay por Eliminatorias Qatar 2022. (Foto: GEC)
Peru vs. Paraguay por Eliminatorias Qatar 2022. (Foto: GEC)

Del saque somos carnecita... Mañana arrancan las Eliminatorias más duras del planeta. Una competencia donde los partidos se juegan dentro y fuera de la cancha. Este torneo es una ‘guerra’. No juegas por un club, defiendes a todo un país. Te juegas la gloria de ir a un Mundial y escribir tu nombre en la historia. Y eso vale más que los millones que puedas ganar. Empezaremos de visita con un Paraguay que no está al cien por ciento, pero que en su ADN está impregnada la garra guaraní. Esos meten taba a todo lo que se mueve, sin asco, y hay que estar preparados. Hay sonsos que ven el 4-1 de la vez pasada, se emocionan y creen que ya ganamos. Que nadie se confíe, ni siquiera porque no habrá gente en las tribunas. Hay que estar concentraditos, aplicados, solidarios y efectivos. Las individualidades te salvan un partido, pero los grupos unidos te ganan una competencia. Así es...

De visitantes hay que quitarle el balón al local. Esa debe ser la propuesta de Gareca. No puedes jugar igual en Lima o afuera. Coincido con el DT si decide alinear a Tapia, Aquino y Yotún en la primera línea de volantes. Tres tapones que no solo marcan, sino también pueden alimentar a los de arriba. Mantener el cero en nuestro arco es la primera consigna, después ‘vacunar’ en todas las que se presenten. Y no va cher...

Ayer, Raúl Ruidíaz sacó ventaja como '9′ en el entrenamiento de la selección. No soy devoto de la ‘Pulga’, pero con cabeza fría analizo los pros y contras si es que arranca de titular. Lo malo: sacrificaríamos juego aéreo y choque ante una virtud que es característica de los ‘paraguas’. Necesitaríamos tres de la contextura del atacante del Seattle Sounders, que mide 1.70, para mover a los centrales Gustavo Gómez (1.86) y Junior Alonso (1.84). Lo bueno: el ‘chato’ viene con ritmo, haciendo goles en la MLS y su movilidad por todo el frente desgastaría a los defensas. Ojalá me tape la boca. Ruidíaz sería sacrificado para que le ablande el terreno a la ‘Foquita’ en el complemento y tentar con una variante de peso. Podría resultar una jugada de ajedrez. Esa ya es chamba del entrenador. Él tiene la última palabra. Curuju... Me voy, soy fuga.

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