Del saque somos carnecita... A mí no me vengan con que es una caldera el ‘Defensores del Chaco’. Que pica, tiembla, late, hierve, que se siente la presión. No conozco que haya muerto un futbolista por escuchar insultos desde las tribunas.
O que se haya desmayado porque reventaron bombardas. O que se les bajó la presión por los cánticos y mentadas de madre. Nunca pasó eso y ahora menos que te meten en cana por quemar una banderola o paran el partido si te gritan ‘negro, maricón o indio’. Y tampoco me creo el tango del calor porque te dan un cachito para que te rehidrates.
En la cancha son once contra once, 22 piernas contra 22 piernas, 22 brazos contra 22 brazos. Todos tienen boca, cerebro, pulmones, estómago. La diferencia la marcarán el corazón y la calidad en el verde y la inteligencia en el banco. Vamos Perú, carajo... Yo no necesito encaballar a nadie.
Ni motivar ni levantarles el ego porque su único ‘problema’ es jugar. De solo ver dobladita y ponerme esa casaquilla blanca con una franja roja cruzada, es más que suficiente para salir enrazado. Escucho el Himno Nacional y se me escarapela la piel, se me pone de gallina. Y si lo silban, es mi mejor charla técnica.
Esos paraguayos no tienen ningún Messi, Neymar, Suárez, Cavani, Falcao. Son taco 5. Así que no quiero escuchar más excusas. Tienen carácter y son ligeritos, correlones. No son nada del otro mundo. Así es... Unas líneas para André Carrillo. Te he chancado duro cuando no vivías el partido.
Después de la transfusión de sangre, te he pedido hasta cuando estabas sin equipo, entrenando solo, porque no creo, estoy seguro que si te sueltas, eres un crack para clubes tops de Europa.
Regálanos tu mejor noche. Esa calidad que te sobra para volver locas a rubiecitas de ojos verdes, azules, marrones claros y celestes, riégala por la banda derecha.
Así como conquistas modelos, conductoras de televisión, voleibolistas y tenistas, gánate el cariño del pueblo.
Rexuxa... Cuevita, un partido dura 94 minutos, no tres ni cuatro. El fulbito en el ‘Maracaná’ de Surquillo, en el ‘Aráoz Pinto’ de la avenida La Marina, en ‘La Bronca’ de Pueblo Libre, en el ‘Tiro Bellavista’ o en Sima del Callao. Vamos a enchufarnos, que la habilidad y picardía hoy pueden inclinar la balanza y acabar con 12 años sin festejar en el extranjero por Eliminatorias.
Efectividad es la palabra. Tu chamba es pedirla, tenerla, desesperarlos y ser efectivo: pase con ventaja al delantero. Y si estás inspirado, un golcito. Titulares y suplentes deben dar más de lo que se les pide. Llámenlo, un plus. Soy Perú hasta la punta del pelo... Me voy, soy fuga.
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