Del saque somos carnecita... Grande, Diego Lugano, compañero de ‘Cuevita’ en Sao Paolo. ‘El repechaje es desgastante, es donde hay más carga emocional para un atleta’. Y también coincide Óscar Ruggeri, quien aseguró que enfrentar a Australia, en la repesca de 1993, fue más difícil que disputar la final contra Alemania en el Mundial de México 1986. El ‘Cabezón’ dice que el día del partido te levantas y te duele algo. El estrés, la presión te hacen puré, papilla. Por eso creo que los muchachos no deben recibir llamadas del Perú ni de otro sitio. Cualquier ruido o noticia puede incomodarlos. Así que los familiares, amigos, alcahuetes y trampas, no jodan. No manden ‘wasap’. Tampoco publiquen fotos en Facebook. Cualquier detalle y revientan porque están muy sensibles. Jugamos todos. Apoyamos todos...
Mañana te salta el ojo, sudan las manos, las tripas se mechan en tu estómago y sientes calor y frío. También se te sube el azúcar y colesterol emocional. Y hasta se te quitan las ganas de timbrar a un cariñito postpartido, porque acabas roto, deshecho. Terminas con dos hernias en la columna. Toca sufrir 90 minutos. No veremos un espectáculo porque Nueva Zelanda no es el Barcelona. Tampoco el PSG ni el City de Guardiola. Es una selección física, que corre y choca. Que choca y corre. No dejemos tirar centros porque el despejar y despejar y que te golpeen, te agota. Así es...
Si fuese Ricardo Gareca, me encierro con Carrillo, Cuevita, Flores y Farfán y les hago recordar que la patada no mata. Les pongo YouTube para que vean los videos de Neymar y Messi. Hay que encarar, encarar y encarar en tres cuartos de cancha, en la zona de miedo, de peligro. Que esos blancos ahí se coman los amagues, los chiches y las ‘mentiras’ que salgan de la inspiración. Generemos faltas cerca a su área. Y cuando vayamos por las bandas, metamos el balón de forma rasante y de puñalada. Algunos son inocentones y ahora es cuando hay que mostrar la palomillada, el barrio. Y no va a ser... Me voy, soy fuga.