Del saque somos carnecita... Estoy volando como los dioses. Me quedé dormido y salgo arrancado al aeropuerto de Fort Lauderdale. Primero dejo la Jeep en el rent a car y voy directo a hacer mi check in. Paso sin problemas la revisión y con las justas llego al ‘gate’. Subo al avión de Delta y tres horitas de jato hasta Detroit, donde hago escala. Una hora después abordo el vuelo para Baltimore. Luego que se llena de pasajeros nos hacen bajar a todos para chequear un desperfecto. Después de hora y media volvimos a subir y estaba sentado en el asiento 38 A, en la última fila, pegadito a la turbina. Cuando prendieron los motores comencé a alucinar lo peor. Me acordé de mis cochinadas, pecados, y encima el despegue me removió las tripas. Recién respiré cuando aterricé en Baltimore. Sí señores…
Me recibe mi sobrina Sarita con su camioneta Ford Tahoe del año, que cuesta 65 lucas gringas. Le doy su beso y abrazo a su hijita Alondra y me voy para su casa, donde me habían preparado un sudado, cebiche y un chicharrón de langostino. Buenazo. Ella me dice: ‘tío, escoge cualquier carro de la cochera’. Había un Mustang convertible, una 4x4 Toyota y un Nissan. Así que escojo la camioneta, porque las carreteras son una pista de patinaje por la nieve. Hay un hielo transparente que no lo ves y te puedes sacar la mela. Por eso chapé un fierro de buena estabilidad. Pongo mi USB para escuchar a Josimar, Maluma y Ozuna. Salsa y reggaeton serio. La musicalidad a todo volumen por la 95 North, que me lleva derechito a Newark sin desviarme para ningún sitio. Voy a 70 km por hora porque las llantas resbalan. Me da el tiempo para darle la bienvenida a Perú en el aeropuerto y luego la pichanguita de exjugadores, encabezados por ‘Vitucho’ Hurtado, Illescas, entre otros que radican en los yunaites, contra periodistas. Estos partidos me gustan para salir con cabeza levantada. Ustedes se preguntarán, ¿por qué no afano ni me voy de avance? Es simplemente porque estoy en mis cuarteles de invierno. Las blancas y las latinas, que todas tienen el pompi chambeado en gimnasio u operado, no me hacen ni cosquillas. Ya estoy tío. Así me digan la verdad, no les creo. Y no va a ser…
Hoy es un examen con la selección sorpresa de Europa. Es decir la peruana del ‘Viejo Continente’. No hay rankeados ni apellidos ilustres, pero le complican a cualquiera. Chocarán dos equipos que se sienten cómodos esperando el contragolpe o el error del rival. Son simples a dos toques, cardiacas, efectivas y con bastante leche. No veremos un ‘jogo bonito’, pero sí intensidad. Insisto, hay que mejorar en la posesión y ser más protagonistas. No todos los partidos son iguales y la pelota te va a chocar en la cadera y va a entrar. Tenemos orden. Hay que ser un poquito más protagonistas. Mañana vuelvo con los detalles de lo que ocurrió en el Red Bull, que estará lleno de peruchos. Mis hermanos, mis paisanos, mis brothers. Ayayayay... Me voy, soy fuga…
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