Del saque somos carnecita... Lo más probable es que esta tarde nos ‘incineren’ en el horno de Barranquilla. Las cenizas las traeremos en un jarrón o quizás prolonguemos unos días más la agonía. Allí nos han llevado el ‘Cabezón’ y el ‘Nono’ con sus pésimas gestiones en el vestuario y en el campo. Ver las Eliminatorias en el noveno puesto en la tabla y con cuatro fechas pendientes es una verdadera mela. Ni con limonada frozen pasa tremenda rabia.
Este partido no es para seguirlo con canchita, sino asegurarse desde tempranito con un protector estomacal. Hasta la ensalada de frutas me va a caer mal. No soy pesimista, ni mala leche ni mala vibra. Simplemente es la realidad. Hablar de milagro a estas alturas es hacernos más daño. Sí, señores...
Por supuesto que los seleccionados también son culpables del fracaso recontra anunciado. Son seis plazas y una de repechaje, y estamos queriendo sacar números y la calculadora. Esa frase de ‘Partido a partido’ que caracteriza al ‘Cholismo’ de Diego Simeone no encaja en esta coyuntura. Tampoco que las matemáticas todavía dan. Ni el número uno de la UNI resuelve esta suma y resta. Lograr 12 puntos de 12 y que nos ayuden otros resultados es algo utópico. Imposible, así me digan que esto es fútbol. El problema no es que te mientan, el tema es que tú crees...
No soy vendedor de humo ni encantador de serpientes. Así que aquí la neta es que vamos por el orgullo y la dignidad. Terminemos octavos y punto. Seamos honestos y pidamos solo una reacción, acabar con la mirada fija y de frente. No me como el cerebro porque sé el desenlace del final.
Toca la dura y hay que afrontarlo y pechar. Colombia es terrenal, por supuesto. El fuerte calor es para los dos. Ahueva a los titulares y suplentes y golpea a los aficionados que irán al ‘Metropolitano’. Que la última gotita de sudor sea para aliviar en algo este dolor. Rexuxa...
Si aparece un ‘Orejazo’ o un Paogolazo es para aún respirar. Si se da la lógica y perdemos, que sirva para meditar y reflexionar: ¿Qué seguimos haciendo mal? ¿Por qué no tenemos jugadores en grandes ligas? ¿Por qué damos pena en todos los torneos internacionales? ¿Dónde conseguimos Lamines, Pedris, Cubarsís, jóvenes talentos y con calidad? ¿Cómo hacemos para desaparecer para siempre a los dirigentes impresentables?
No se organizan interescolares, interbarrios y los campeonatos de inferiores son pura argolla. Empresarios-buitres que contaminan el ambiente y se la llevan en paila. Dominan los clubes sin hacer dos pataditas. Que un triunfo no nos desvíe del horizonte. Si continuamos de brazos cruzados y con indiferencia, seguiremos acumulando tristezas y frustraciones. Las teclas no están para maquillar este verdadero desastre ni motivar a nadie... Me voy, soy fuga.
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