Del saque somos carnecita... La firme que la marcha de Messi del Barcelona ha sacudido al planeta fútbol. Todos sacan conclusiones, analizan, especulan y los pajaritos salen de la cabeza. Lo cierto es que desde hace un tiempo viene mandando mensajes sicilianos. Dos años atrás declaró que quería retirarse en el club siempre y cuando haya un proyecto serio. Ya esta temporada pasó la plancha evaporizadora. “Nos ganan en actitud, intensidad, nos hacen daño muy fácil. No nos alcanzó en la liga y hay que reaccionar porque podemos quedar eliminados con el Napoli en Champions”. Quemó a los dirigentes, le hizo hueco a la camisa del entrenador Quique Setién y ‘dobló’ los uniformes de varios jugadores que son relleno con camote. Mismo huracán se llevó todo lo que encontró en el camino. Se abrochó bien la cinta de capitán, destrabó a la gente, pero solo hizo efecto un ratito porque no había equipo. Sí, señores...
Luego, en el entretiempo del 4-1 ante el Bayern, hay una cámara que lo captó sentadito en el vestuario y la difundieron en las redes apenas sonó el pitazo final. Era la foto de un ‘muerto’ en vida. Ni con espátula lo levantabas. El mejor jugador del mundo, el número uno dando pases de gol en el universo, el hombre de los 80 récords Guinnes, 6 balones de oro y otros premios, se sintió solo. Post humillación y vergüenza, contrataron al buldog Koeman para la limpieza. El holandés con su cara de perro no tuvo tacto ni tino para convencerlo de ser el líder del cambio. Por el contrario, lo alejó con el discurso que se acabaron los privilegios en el camarín. La pegó de malo, quiso ser más protagonista que todos y es el responsable de la frase: ‘Estoy más afuera que adentro’, era el aviso luminario que estaba listo para patear el tablero. Rexuxa...
Al día siguiente, el DT timbró a Luis Suárez y en un minuto le comunicó que no lo tenía en sus planes y arregle su rescisión de contrato. En ese momento, comenzó a escribir el famoso burofax y lo firmó su abogado. Por esa misma vía despidieron a Neymar cuando lo traspasaron al PSG. Por un celular maltrataron al uruguayo. Bartomeu se equivocó en gastar 400 millones en Coutinho, Dembelé y Griezmann, quienes son excelentes jugadores, pero ese no es su gran pecado. Tampoco su mala gestión. La embarrada es que chocó con sus ‘hermanos’ y eso no se perdona. Pidió que venga ‘Ney’ esta temporada y lo amagaron. Ahora ya le pasó la ‘factura electrónica’ y le dejó una bomba Molotov debajo de su sillón de su despacho. Esto traerá consecuencias deportivas y pérdidas económicas hasta del fisco de España. Ayayayayay...
Todo no es plata para el argentino. Suena el United, Inter de Milán, pero solo maneja una alternativa y otra opcional. El City con su ‘papá’ Guardiola y su compadre el ‘Kun’ Agüero porque es padrino de su hijo Benjamín. Incluso, se habla que allí se juntaría la MSN. Lo otro es que se vaya al PSG, donde también sueñan con ese tridente junto a Di María y Mbappé. Osea, la ‘Pulga’ es sentimiento. Necesita sentirse querido, acurrucado y engreído. Así es...
Me voy, soy fuga.