DEL SAQUE SOMOS carnecita… ME PASAN LA VOZ que el zambito camiseta la pega de misio. Se ha desprendido de todas sus propiedades, ya no tiene nada a su nombre y se ha alquilado un dúplex en Barranco. Está convencido de que el juicio de los ‘yunaites’ puede rebotar y traer cola por acá y de repente pierde todo. Toma sus precauciones porque cuando los gringos te aplican, no te salva nadie. Asu mare...
YA ME ENTERÉ de que ese volante que nadie sabe por qué usa la camiseta más importan te de este país, y que tiene un tío engreído, está aprendiendo las malas mañas de sus compañeros. Ahora está tras los pasos de modelitos que casi nadie conoce y también las invita a conocer el Viejo Mundo. Lo peor es que un par de ellas le han dicho que no. Plop...
POR SIACA, en el mundo del fútbol todo se sabe. Me timbran para contarme que hay un empresario que hace y deshace en un club grande. Ya no da un saltito como el ‘Loco’ en Belo Horizonte en el 75, sino se tira al piso de la risa. Se ha tumbado al sponsor que viste al equipo. Pero ese no es el tema. Ha metido por muchísima menos plata a una marca deportiva de tres rayitas. O sea el negocio es que revienten y ganen sus bolsillos y no las arcas del club. La pregunta es: ¿Por qué se hacen de la vista gorda? A lo mejor parte la torta en pedazos iguales. Pónganse moscas...
HAY UN RUN RUN que el fin de semana pasado, el día que se iban a realizar las elecciones del club que tiene los mismos colores que la Blanquirroja y que se suspendieron por falta de garantías, en un hotel de Lince, la noche anterior, se instaló un expresidente de la institución, que contrataba a su hijo y le pagaba como si fuera de selección. Lo malo es que durmió acompañado de una señorita prepago. Quéeee… Me voy, soy fuga.