Pisa Pelota
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Del saque somos carnecita... Pablo Bengoechea, sí, lo pongo con nombre y apellido, está en todo su derecho de tachar o no querer a Reimond Manco en Alianza Lima. Que no le gusta su juego, que ya llegó a su techo, que las piernas no le dan, que es nocturno y mil argumentos respaldarían su decisión y no hay ningún problema, porque hay que escoger lo mejor en el trabajo. Lo que no entiendo es por qué trajo a su yerno Maximiliano Lemos, quien no ha demostrado nada. Lo peor es que siendo extranjero solo alterna, cuando debería marcar la diferencia. En algunos casos ve bien el fútbol, para otros se hace el gilazo. ¿Cómo lo llamamos? Argolla, nepotismo, dar una manito a la familia. Las cosas claritas...

En el club del final de la Javier Prado se tiran la pelota. El entrenador ya tiene su servicio de inteligencia para descubrir al soplón que suelta la información del equipo. Les dice a sus jugadores que los periodistas no son amigos de nadie. Y yo ratifico eso. Uno, por ética, no debe tener compromiso con ningún jugador o empresario, más allá de que sea tu fuente. Y menos ‘hacerle la prensa’ o marketing como algunos ‘turroneros’ y ‘mercachifles’. Los más muñequeados son los dirigentes. Ya no quieren ni chatear ni llamarse por wasap. Cada vez que esa manchita de ‘cocineros’ va a maquinar a la oficina de Angamos, alucinan que los siguen detectives y hay cámaras ocultas por donde caminan. La fulería está dentro. No fuera. Y no va a ser...

Hay uno de negro, amarillo y rojo o como se quiera vestir los fines de semana,
que está postulando a la alcaldía de un distrito de Lima. Es tan arreglador que no atraca que le paguen en cheque. Todo es ‘chinchín’ y siempre mete la guita en su maletín o neceser. Y por siaca, mi ‘brother’ le ha roto el brazo. Así que no me venga a chambear con que es honesto. Ahora quiere pistas, veredas, saneamiento y lo que pinte. Es increíble cómo se desesperan por lanzarse a municipios y regiones. Ahí está el botín. Ayayayayay...

Es raro que César Cueto declare y pida un jugador para la selección, porque es muy respetuoso en los procesos, pero ha querido resaltar las cualidades del volante de Sport Huancayo porque a lo mejor Ricardo Gareca sufre de miopía: “Me gusta Marcos Lliuya. Es atrevido, va al frente, intenta hacer jugar. Yo lo hubiera convocado. Siempre he admirado la creatividad”. Son palabras de uno de los mejores de todos los tiempos. Que tenía demasiada calidad y sabía harto con el balón pegado al pie. Que pensaba dos segundos antes que la mayoría. Un diferente. Un crack. Y mejor persona. Yo coincido totalmente y allí están las columnas pasadas donde digo que ya merece su llamado. Pero el ‘Tigre’ prefiere a Horacio Calcaterra, que es taco 5, pero manejado por buenos representantes y para Qatar va a cumplir 33 o 34 años. Así es... Me voy, soy fuga

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