DEL SAQUE somos carnecita... La eliminación de Brasil nos recuerda una vez más que el fútbol es un deporte en conjunto. Las estrellas están en el cielo y un hombre solo no puede cambiar el destino. Neymar quebró, aceleró, se comió tabazos y se metió piscinazos. Pero nada, no pudo con Bélgica. En Sudamérica seguimos apostando por el crack, el ‘10’, el diferente que te decida un partido. Eso se puede dar a veces, pero no se puede trabajar una semana esperando ese milagro. En Europa, los técnicos ya no ven eso. Predomina el trabajo colectivo donde todos marcan, corren, atacan y defienden. Sus equipos no dependen de uno solo.
Argentina creyó que por tener al mejor del mundo iba a levantar la Copa y se fue de cara. Su juego fue un mamarracho y fue superado. Así es...
Me quito el sombrero por el equipo de ‘Bob’ Martínez, que perdió el miedo. Si el 2014 fue eliminado por Argentina, esta vez se desquitó con otro campeón mundial, que en el 2002 lo dejó fuera. Ayer jugó con línea de cuatro defensores, metió tres volantes para marcar y arriba dejó a tres ‘bestias’: Hazard, De Bruyne y Lukaku. Eso hace un verdadero estratega. Estudia al rival, cambia su sistema, trabaja para ello, no solo hace cambios hombre por hombre, sino que sabe mover sus piezas de acuerdo a las circunstancias. Y no va a ser...
BRASIL TUVO SUS CHANCES pero allí estuvo el gigante Courtois para salvar por lo menos cinco claras de gol. En el pentacampeón del mundo no aparecieron Willian, Coutinho ni Gabriel Jesús. Lo mejor lo hicieron Douglas Costa y Renato Augusto. Algunos dirán que al ‘Scratch’ le faltó suerte, yo creo que les faltó un Dunga, un jugador con carácter que empujara al equipo y metiera con todo. En el primer tiempo, Brasil perdía 1-0 y rotaba la pelota como si el empate iba a caer del cielo. Con el 0-2 recién despertó, pero el rival también juega. Asuuuuuu...
No soy pitoniso, pero dije que Uruguay iba a extrañar horrores a Cavani. Stuani no es ni el uñero del ‘Matador’ y Suárez nunca tuvo un disparo claro al arco. El chibolo Mbappé parece que tuviera tres mundiales en su carrera y decenas de finales jugadas. A sus 19 años cuenta con una madurez increíble, es veloz, potente y atrevido. Tiene todo para llevarse el Balón de Oro de Rusia 2018. Así es... Me voy, soy fuga.