Del saque somos carnecita... Hoy los ojos del mundo estarán en Buenos Aires. El mundo deportivo se olvidará un par de horas de Messi, Neymar, Cristiano, Mbappé y otras estrellas. Esta tarde solo importará ver el superclásico entre Boca y River por la final de ida de la Copa Libertadores. En la cancha no habrá jugadores que cuesten 100 o 200 millones de euros, pero la tradición, la historia, el fútbol y la garra pesan. Ni en la final de Champions se ha dado alguna vez un Barcelona vs. Real Madrid. Frente a frente se verán dos escuelas diferentes, una ‘Bombonera’ totalmente llena y cientos de periodistas que lograron acreditarse en un día para la historia del fútbol. Y no va cher...
De los últimos peruanos que jugaron en Boca me quedo con el ‘Maestrito’ Solano. Demasiada calidad para pegarle a la pelota. Con clase se ganó a la exigente hinchada ‘xeneize’ y no ‘arrugó’ al lado del mejor jugador de todos los tiempos, el Diego. De ahí pegó el salto al Newcastle. Me cuentan que mi tío Julio Meléndez también la ‘descosió’ y la tribuna le cantaba ‘el peruano y su ballet’. Salía con elegancia de atrás y la cabeza levantada como los cracks. Asuuu...
Ya me contaron por qué el ‘Tigre’ dejó de lado a su engreído. Me cuentan que se enteró de que en los ‘yunaites’, el chato estaba con harta sed y en un ‘acto de magia’ hizo que aparecieran unas ‘Coronas’ heladitas. El ‘Pelucón’ le dijo que a partir de ahora no lo iba a tener en cuenta y, si quería volver a ser llamado, que empezara a romperla en su club. Parece que ya no lo ve igual. Hummmm...
Algo huele mal en la casa grande de San Luis. En casi todos los países que participaron en Rusia 2018 se repartieron los premios, pero acá ya los clubes se pusieron saltones porque nadie dice cuánto billete ingresó y menos el día que les depositarán por ceder a los jugadores. La gente está asada porque el ‘Hermanito’ anda más preocupado en sus asuntos que en la pelotita. Curuju... Me voy, soy fuga.