Del saque somos carnecita... Después de un mes se jugará la revancha entre River y Boca por la final de la Copa Libertadores. Ojalá que esta vez no aparezcan otros tarados que malogren la fiesta del fútbol. Qué vergüenza ver el superclásico sudamericano en un estadio europeo. Debió jugarse en Sudamérica. Pero primó el billete, las relaciones de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, un hombre que sabe de negocios y aprovechó la coyuntura para llevar el encuentro al ‘Santiago Bernabéu’. Esperemos que sea una verdadera final de Copa y no el ‘amistoso más caro de la historia’, como dijo Juan Román Riquelme. Así es...
En las calles, huariques, esquinas y hasta en los ‘telos’, ya se empieza a hablar de la final entre Alianza y Cristal. Serán partidos a casa llena. En Matute prenden velas para que Affonso se recupere, es el abanderado del juego que impone el ‘Profesor’ y a los rimenses les han hecho muchos goles con pelota parada, es su debilidad. El ‘9’ preocupa a la zaga rival y es el que recibe los centros de Rinaldo y ‘Cachito’. Si no está el ‘charrúa’, atrás viene Pósito enchufado, que ya demostró que puede ser protagonista en un partido decisivo. Curuju...
La principal arma celeste es Emanuel Herrera, sin dudar. Goleador, chocador, sabe con el balón y él solo te puede hacer la fiesta. Lo malo es que si se lesiona, Cristal no tiene un ‘9’ a su altura para reemplazarlo. El ‘Zancudito’ Olivares va bien, tiene futuro, pero todavía no está para cargar con la responsabilidad. Cristal tiene tocadores como Costa, Marco López, Ballón, Lobatón y el colombiano Mejía, y no creo que arruguen con la pierna fuerte como pasó con los mistianos, que la sintieron en las divididas y se bajonearon cuando goleaban en Matute. En una final se deja todo y no vale aflojar. Es el todo o nada. Y no va cher... Me voy, soy fuga.