Del saque somos carnecita... Me preguntan quién es favorito para la primera final de mañana. Para mí está 50-50. Alianza Lima es local, contará con su gente, pero en Matute no le ha podido ganar a Cristal en el año. Ya es conocido que su fuerte es el juego aéreo, pero los rimenses tienen jugadores que te pueden hacer daño, la saben tocar y de la volante hacia arriba, cualquiera te puede ‘vacunar’. No creo que se repita lo mismo del Alianza-Melgar, que terminó 3-3 con remontada de los íntimos. Eso lo sabe el ‘Profesor’. Si lo gana o empata, toda la presión será para los rimenses en la vuelta, donde estarán obligados al triunfo para forzar un tercer encuentro. Así es...
La parte más débil de Alianza es su defensa. En todos los partidos le anotan y Melgar, en semifinales, le hizo cinco goles en total. Sus centrales sufren en velocidad, con los ‘pericoteros’ y los laterales son una ‘luz verde’ para los rivales. Recuerdo que bastó que ‘Canchita’ Gonzales y ‘Cuy’ Sánchez se juntaran para meterles un baile, ahí llegó el 3-0. El uruguayo Godoy tiene experiencia y juego aéreo, pero le falta rapidez. Fuentes es recio, tiene talla, pero cuando le pican por abajo sufre. Curuju...
Algo parecido tiene Cristal. Su zaga también es lenta y a diferencia de Alianza no cuenta con un portero que salve partidos, atajador de penales y que dé jerarquía en el fondo. La pelota parada siempre ha sido un problema para los de Mario Salas y eso es lo que más han entrenado los victorianos. Pero si los celestes se asocian, tocan a ras, controlan el ímpetu de las tribunas y no caen en el juego rival, están en capacidad de sacar los tres puntos en Matute, donde han ganado y empatado en el 2018. Eso sí, tendrán que cuidar a su goleador Herrera, porque detrás de él no hay un ‘9’ que lo reemplace con la misma efectividad. Y no va cher... Me voy, soy fuga.