Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus ricos tallarines verdes con su bisté apanado encima y para la sed pidió una jarrita de agua de manzana. “María, llegó a la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero Malcom Mendocha. ‘Estuve en el reciente clásico junto al genial Hugo ‘Cholo’ Sotil, campeón con Barcelona y haciendo dupla con su compadre, el mítico Johan Cruyff. Entró al estadio con perfil bajo, abrigadito con chompa de lana y modestas zapatillas.
Mirando el gramado, el ‘Cholo’ Sotil recordó el triunfo del combinado Alianza-Muni frente al poderoso Bayern Múnich y el baile que le dio a Franz Beckenbauer, haciendo ‘pared’ con el ‘Nene’ Teófilo Cubillas. En el entretiempo, le pregunté: ‘Hugo, ¿desde cuándo pisas pelota?’. Le brillaron los ojos y me confesó: ‘De muy niño. En los polvorientos campos de Ica, rompiendo mi único par de zapatos. Por eso, mamá me daba mi merecido. Quería que fuera doctor’.
Seguí: ‘Pero, ¿había buena olla?’. ¡Esbozó una sonrisa! y contó: ‘No faltó un plato bien servido de pallares con harta chalona’. Luego, pasó un vendedor de canchita pop corn, lo miró tiernamente y susurró con voz entrecortada: ‘Malcom, faltaba plata en casa, tuve que vender bolsitas de canchita en la calle’. Pensar que en España, luego de su gol frente a Real Madrid remeció, el ‘Santiago Bernabéu’, y se compró un ¡fantástico Ferrari amarillo! Continué: ‘Maestrito, ¿naciste con la franja en el pecho?’, y evocó: ‘Sin libreta electoral jugué en Segunda División, por mi ‘Echa Muni’, con el estadio San Martín lleno de hermanos provincianos’.
Hasta que el gran ‘Didí’ lo enfundó con la sagrada ‘blanquirroja’, para el Mundial México 70, saltando a la fama con su imprevisible dribling. ‘Cholo’ Sotil tuvo una actitud imborrable. Acompañado de su nieto, llamó a una vendedora de gaseosas y sánguches, sacó unas monedas y nos invitó con humildad.
Saboreando, ‘Cholo’ Sotil rememoró el día que ¡se escapó! de la concentración catalana para viajar a Caracas y ponerse ‘la bicolor’ contra Colombia. Ese día, con su golazo, levantamos la histórica Copa América 75. Al final del partido, lo ayudé a pararse y quedé impactado, cuando acérrimos hinchas ‘cremas’ lo asediaron para tomarse incontables selfies.
Salió entre aplausos. Se ha hablado demasiado de su vida agitada. Pese a protagonizar la película ‘El cholo’, jamás se creyó estrella. La leyenda viva del fútbol exquisito y pierna fuerte aún habita en el corazón del pueblo. ¡Arriba Perú!’”. Pucha, el señor Malcom siempre aparece en la foto junto a peruanos que han dejado huella. Me voy, cuídense.
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